Para hoy, un texto que muestra la situación que tanto estamos denunciando desde algunos sectores, en una voz que se ha unido a nuestra protesta.
Chris Bale ha querido aprovechar la ocasión para dejar constancia en su web, y me ha concedido permiso para traducir este texto (pues, aunque está viviendo ahora en Barcelona, dice que su castellano se le queda corto para hacer una traducción completa).
Me tomaré un par de licencias de estilo, pero salvo por lo demás, todo quedará exactamente como en el original (que estará enlazado al final del texto, por si quieres comparar versiones).
Te dejo con Chris. ¡Adelante!
~~~~~~~~
Me encontré ayer con un cliente para el primer día de su residencia de coaching. Comencé a preguntarle sobre su trasfondo personal y su historia en este aspecto de su vida (como hago con cada cliente nuevo que requiere mis servicios), y él me demostró una vez más el que parece ser el sistema de creencias más común entre los chicos que se han sumergido en el estilo de vida del daygame.
Estuvo apuntado a un servicio de entrenamiento de un modelo popular de daygame afincado en Londres, y según sus propias palabras, con “uno de los mejores gamers del mundo”, como dijo con gran alegría. Este gran jugador le dijo que el principal asunto en el que debía concentrarse para acostarse con más mujeres era acercarse a ellas. A MUCHAS más mujeres. A todas horas.
Sentido común, ¿verdad?
¡Pues no! Por desgracia hay una pega.
Este hombre mal orientado se tomó en serio el consejo, e hizo exactamente lo que se le dijo. Actualmente dedica en promedio entre 20 y 30 horas A LA SEMANA “peinando las calles”, como le gusta decir a él (o a la gente metida en este asunto).
Por supuesto, él se sentía profundamente orgulloso de este hecho… Hasta que le pregunté con cuántas mujeres ha tenido el placer de compartir una experiencia íntima o sexual.
Es como si nunca se lo hubiese preguntado él mismo. Pude presenciar cómo se paró a reflexionar por unos instantes, intentando recordar para poder hacer los cálculos.
“Estos últimos dos años, tras 20 horas por semana como mínimo en las calles, ¡han sido seis!”
Sus ojos se abrieron como platos por la impresión, como si le hubieran dado en toda la cara con la mayor de las excusas para frenar a alguien en seco del mundo. De repente se dio cuenta.
Por primera vez en dos años.
En ese momento, sentí agolparse todas las experiencias de una etapa anterior de mi vida en que me comportaba igual: tristeza, desesperación, frustración y rabia bullían en mi interior… Pero respiré profundamente y dejé que se disiparan. Se quedó mirándome, y esperaba que le respondiera a eso. Pero no lo hice. Me quedé mirándole sin decir nada.
Tras un rato, le pregunté cuántas chicas suele tratar de conocer al día.
“Entre 15 y 20 al día, cada día de la semana”, contestó.
“¿Y no estás hasta los huevos?”, le pregunté bastante a cuento. “Porque pareces hecho mierda”, le dije. “¿Qué otras cosas haces con tu vida?”
“No demasiado. Estoy completamente volcado en solidificar mis resultados jugando”, me dijo. Añadiendo que “solía hacer artes marciales a tope, y le encantaba ir de senderismo y esas cosas, pero que ya no tenía tiempo para esas cosas”.
Tenía una mirada vacía en el rostro, con bolsas pronunciadas bajo sus ojos. Estaba inquieto, no podía parar de moverse en su asiento, y sus ojos muy alerta saltaban constantemente a la calle detrás de mí en busca de su próximo abordaje. Estaba totalmente desconectado de nuestro encuentro, incapaz de comunicar en ningún nivel su presencia. Literalmente intoxicado.
No hay forma en el mundo de que cualquier mujer conecte con este hombre en su estado actual.
Fuimos a dar un paseo mientras seguíamos con la charla, y a los 15 segundos de dejar la cafetería donde estábamos fue corriendo a abordar a una chica. Aguantó 5 segundos antes de volver. Me tragué lo que quería decirle y seguí con la conversación donde me había interrumpido. 20 segundos después… Boom. Se marchó otra vez. Y le rechazó una chica tras una brevísima interacción en la que, según mi experiencia, ella no quería participar desde el mismo momento en que él se acercó.
Él carecía de cualquier sentimiento. Simplemente iba detrás de la próxima intentona.
Cuando volvió le dije “Bien, vamos a hacerlo juntos. Busca dos chicas juntas y te acompaño”. Se pensó que iba en serio, así que se tiró de cabeza. Me acerqué a las dos chicas después de que él las hubiese parado (de una forma totalmente fuera de lugar y jodidamente rara), y dije “Hola”. Me presentó, saludé de nuevo con la cabeza y me quedé callado.
Ahí soltó una de sus frases enlatadas a una de las chicas: “Pareces una chica fiestera… ¿Cuáles son los mejores sitios a los que ir?”, le dijo. Me estaba muriendo lentamente al ver eso. Ella puso cara de estar extrañada, miró a su amiga (que se limitó a encogerse de hombros), volvió a mirarle a él y le contestó que “nunca se iba de garitos, porque dan asco”…
A lo que él contestó “Ya, pero, ¿cuáles son tus favoritos?”
Después de un facepalm como una casa, le interrumpí.
“Tío, ¿de dónde te sacas que es una fiestera, cuando cualquier persona medianamente observadora se da cuenta de que no tiene para nada esa pinta? Está llevando un puto bikini, flores en el pelo y un libro de Paulo Coelho bajo el brazo. También te has pasado por el forro cuando te ha dicho que odia los garitos. ¿Por qué no la escuchas ni la observas?”
Hubo un silencio bastante incómodo donde ellas se quedaron petrificadas mientras me veían increpar a este chaval en su cara (rudo, pero necesario en estas circunstancias). Me disculpé con ellas y les expliqué lo que estábamos haciendo y con qué propósito. De repente se emocionaron y se abrieron, mostrando gran intriga. Lo que suele ser el caso habitual. Además, le dieron unos consejos de gran calidad para divertirse con chicas y hacerles caso realmente… En vez de intentar ligárselas robóticamente, lo que según afirman les ocurre varias veces al día (y exactamente de la misma forma).
Ellas sabían que este era “uno de esos chavales” en el mismo segundo que las paró, pero eran majas y quisieron marcharse con buenas maneras.
Nos despedimos de ellas con algunos abrazos y bromeando con frases para ligar de esas que dan asco. Cuando me giré, me encontré con que este chico sonreía y se reía.
“Joder, qué bien me siento… Ha sido de lo más normal.”
Desde ese punto, tuvimos una conversación bastante profunda donde me dediqué a cuestionarle todo, y le saqué toda la mierda posible de encima. Esto le permitió meterse en su propia piel de nuevo y sentir lo que estaba sintiendo, de lo cual se había enajenado completamente. Llegó a llorar un poco, y soltó muchísima tensión. Tras eso su energía cambió totalmente. Le brillaban los ojos.
Sintió físicamente todo el desorden que había estado cultivando, aquello que le estaba animando a “matar al dragón”, por decirlo así.
Su propósito era jugar.
Su propósito era el daygame.
Su propósito era conseguir que las mujeres (sus objetivos y enemigos) respondieran ante él.
Su estado emocional se basaba en todo esto. ¡Y también su amor propio!
Cuando tu propósito es la mujer o el ligue, estás emitiendo la emoción más repulsiva para cualquier mujer. Como ya he comentado antes en otros escritos, te ponen inmediatamente en el mismo montón que pusieron a todos los hombres que no vienen a su vida desde el lugar más poderoso y atractivo posible.
Su propósito estaba en situaciones totalmente ajenas a sí mismo, lo cual es el mismo agujero negro en el que he visto sumirse a demasiados hombres justo después de recibir coaching en daygame por parte de sus héroes favoritos (los cuales viven todos una mentira sostenida gracias a vídeos muy bien editados en YouTube).
Estos estudiantes y clientes se convierten en fan-boys, la propia esencia del no tener un propósito propio en tu interior. Te incitan a creer que te estás convirtiendo en la mejor versión de ti mismo, pero en realidad te estás convirtiendo en una proyección más de su gigantesco ego y visión de negocio. Te entrenan para cualquier cosa, excepto para confiar en tí mismo. Te entrenan para que seas un seguidor que se cree un líder.
Inteligente, ¿verdad?
Sé consciente de los costes. Por supuesto que hay hombres que han llegado hasta aquí y han salido bien parados de estas cosas, que son más felices que antes de haber pasado por algún taller… Pero, ¿a qué precio, y durante cuánto tiempo? ¡Es demasiado infrecuente!
Estas compañías basan su trabajo en el grado de insatisfacción, desconexión e infelicidad que presentan sus clientes. Ahí es cuando les aportan una idea maquillada de “solución brillante” y estilo de vida alternativo, para que puedan ser igual que sus ídolos y comportarse igual que ellos… Y tal vez, algún día, trabajar con ellos o para ellos. Gratis, claro, ¡pero siendo un afortunado!
Déjame ser el primero en decirte que hay que observar al detalle el ratio de éxito que tienen los macacos del abordaje. Estos “profesionales” (¿Cómo cojones puede ser alguien un profesional de las mujeres, cuando son todas diferentes? Me quedo atónito…) deben acercarse a miles de mujeres con su “estructura infalible” para conseguir acostarse con una sola de ellas.
Los escasos hombres que trabajan en esto y saben DE VERDAD lo que hacen, a los cuales puedo contar con una mano, se ríen de esta clase de hombres… Pero no sólo se los toman como un chiste ambulante, sino que se preocupan en gran medida por aquellos que deciden escucharles.
Y por cierto, no se matan a hacer aproximaciones; sino que se entregan al contacto humano libremente y sin disculpa, sin técnicas para manipular o doblegar al enemigo; y las mujeres por lo general adoran estar junto a ellos y tener distintos grados de intimidad con ellos.
Estamos pagando el pato por todos esos hombres rotos, quemados y ofendidos que llaman a nuestra puerta desesperados por conseguir algo que sea auténtico tras haberse librado de todos esos talleres y entrenamientos, y salir peor parados de lo que podrían haberse imaginado jamás. Esta clase de hombres vienen en busca de algo que les permita realmente llegar a tener una interacción profunda con las mujeres a las que escogen conocer.
Noticia de última hora: nadie malgastaría horas viendo vídeos mierderos de infield en YouTube, ni llegaría siquiera a conocer mis textos o mis servicios, si estos autoproclamados expertos hubieran hecho de buen comienzo el trabajo que prometían y garantizaban.
En vez de eso, prefieren usar sus técnicas y estructuras para alejar a los hombres de sí mismos y provocar grandes cantidades de alienación… Haciendo mi trabajo jodidamente más complicado. ¿Lo pillas?
Mi propósito con este artículo no es el de señalar a ninguna persona. No es mi intención, ya que no parecen mala gente. Solamente se han metido en un negocio que les parece el oro al final del arcoiris, y eso es lo que venden al resto. La razón por la que escribo esto es porque DEBO mencionar que todos los hombres dañados y con el tarro comido que me piden ayuda vienen de los instructores o estilos de daygame. Así que siento que es mi deber mencionarlo, con la esperanza de que te atrevas a cuestionar si merece la pena o no aprender algo de ellos.
Esto no es una guerra de negocios ni competencia desleal. No intento convencerte de que soy mejor ni de que me des tu dinero a mí en vez de a ellos. Ni siquiera estamos en el mismo negocio, así que es completamente irrelevante.
Si me paro a pensar por qué estoy contando esto, diría que es porque estoy hasta las pelotas de tener que “desprogramar” a los hombres de toda esta conducta y de la bazofia del juego; antes de poder avanzar hasta las cosas más provechosas, que es el problema que enfrento en mi negocio.
Este proceso me ha llevado a querer abandonar muchas veces, pero después observo los resultados que obtienen los hombres que deciden confiar en mí. Tengo puesta la mira en aportar realidad a la masculinidad asfixiada y todavía queda mucho trabajo que hacer.
Debería conseguirme un bastón y grabar en él las palabras “deja de abordar”, para cruzarle el lomo durante 8 horas al día a cualquier hombre que decida creer que esa es una forma adecuada de interacción humana… Pero no. Me cerrarían el negocio por exceso de violencia.
Si puedes empatizar con lo anterior de cualquier modo, te animo a tomarte un respiro y dejar de peinar las calles durante dos semanas. Tan sólo eso.
Si estás tan fuera de equilibrio como el cliente que he mencionado, te ayudará a abrir los ojos y a afrontar todas aquellas emociones que estabas ignorando. Atiende a esas emociones, y haz caso de lo que te dicen, porque están ahí para salvarte. ¡Son TÚ!
Aparte de eso, te propongo que cambies el enfoque. No lo pongas en conseguir mujeres, sino en tus pasiones y propósitos… O al menos en el camino que te permita averiguar cuáles son. Apúntate a clases de cualquier cosa, prueba nuevas aficiones, lee un puto libro que no vaya sobre ligue y abandona tu zona de confort. En muchos de esos lugares probablemente conocerás sin proponértelo a un gran abanico de mujeres impresionantes.
Conjúgalo con divertirte contigo mismo, con tus amigos y con tu vida. Si en algún momento de tu vida cotidiana te encontraras con una mujer y sintieras atracción por ella, lo mejor que puedes hacer es EXPRESARTE a ti mismo ante ella.
Recuerda que la dinámica del ligue os quema y os estresa a ambos. Por eso puedes comerte un rechazo en menos de 10 segundos, o hacer que se aleje corriendo de ti.
¿Sabes lo que le gusta a cualquier ser humano? ¡Divertirse! Disfruta hablando con otras personas, y puede que así disfruten hablando contigo. Deja el sistema militar de acoso y derribo para conseguir su número o su cuerpo. Busca sentir química y conexión reales en vez de eso. Sé alegre. Sé suave. Sé divertido. Sé coqueto. Extiende una invitación si sientes que tenéis algo real en común (esto es algo en lo que suelo aconsejar a los hombres, pero es una de las partes de ti que menos importan).
Salir a “jugar” rebaja tanto tu deseo y tu poder que, para cuando conoces a una persona que realmente podría conectar contigo, no tienes nada que ofrecerle. No puede sentirte, porque no tienes ni puta idea de dónde estás tú en ese momento. Después de todo, es la nº 25 ese día… ¿Verdad?
No seas un daygamer vacío. Hay demasiados de ellos. Te programará para ser completamente incapaz de sentir a las personas que tienes delante, lo que implica que tampoco podrás sentir sus cuerpos… Así es: ¡no hay pinchito ni mandanga!
Si eres completamente nuevo en esto y quieres empezar a mejorar… Siéntete a gusto expresando exactamente lo que sientes y piensas a las mujeres que te rodean, pero SIN BUSCAR una respuesta de cualquier tipo a cambio.
Lo diré otra vez: ¡DIVIÉRTETE!
Y termino con esto:
Cuestiónalo TODO.
Cuestiona a aquellos de los que te rodeas, a las personas de quien tomas consejos y en quien inviertes tiempo y dinero. Estás perdido en algún punto entre toda esa maraña, así que tal vez necesites currarte algo de claridad para averiguar dónde exactamente.
No necesitas técnicas ni estructuras para gustarle a las chicas. Todo lo que te hace falta es expresarte a ti mismo y darte permiso para ello. Ahí es donde entro yo.
Si te gustaría transformar en verdad este aspecto de tu vida de forma honesta y realista, sin trolas revestidas de azúcar… Ven a trabajar conmigo en Barcelona (o cualquier otro sitio bajo demanda) donde sacudiré tus cimientos con gracia y te guiaré en el proceso de ser un hombre autosuficiente, cómodo en tu propia piel. Escríbeme un email para coaching online o en vivo aquí: masculineintent@gmail.com
Y recuerda…
Mujer: Entonces, ¿qué es lo que te apasiona?
Man: Sargear con mi ala.
Women: ¡OH WOW! Me encanta eso. Es tan adorable y atractivo… ¡Fóllame aquí mismo!
Palabras que jamás dirá una mujer…
Chris Bale
~~~~~~
Comentando al respecto de lo expuesto por Chris, decir que es la situación contra la que empecé a luchar antes de que el daygame se pusiera de moda.
Los del nightgame también se pasaban muchas horas a la semana pateando bares, clubes y centros comerciales entre otros lugares… Casi siempre entre las 8 de la tarde y las 5 de la madrugada.
La misma enajenación mental se ha conservado y trasladado a los que se consideran daygamers a sí mismos. Lo único que cambia es que estos se tiran a por cualquier mujer que les pase cerca, indiscriminadamente. Sea cuando sea.
Las empresas y los “expertos” que ofrecen esto no han cambiado tampoco su esencia, ni la de sus contenidos. Únicamente ha cambiado la presentación y la estrategia de marketing.
Los resultados siguen siendo los mismos, con la diferencia de que ahora YouTube ha masificado la cantidad de personas que se graban y colocan vídeos de reclamo para colgarse medallas ante los aficionados a esta clase de conducta y modelo de interacción (que para mi gusto y el de los más exitosos social y sexualmente que conozco es absoluta y descaradamente DISFUNCIONAL y ANTISOCIAL).
Las “comunidades” ahora no se esconden en foros de internet, sino en webs muy bien perfiladas… Además de en miles de grupos de Facebook y otros muchos social media.
Él no ha querido señalar a nadie, y yo llevo años señalando a todos…
Pero en realidad no hace falta. Se delatan solos.
Así que yo añadiré el mejor consejo que me dieron a mí.
Cuando pierdas a una mujer que te importa por tu culpa, y por la de los consejos a los que decides escuchar… Pregúntale qué hiciste mal como hombre, trágate el orgullo y escucha. No para intentar recuperarla a ella, sino para intentar salvarte a ti mismo.
Puede que aprendas algo importante y que consigas cambiar a mejor.
Chris te ha ofrecido sus servicios, y si quieres conocer los míos, puedes hacerlo pinchando en las pestañas del menú superior de esta misma web.
Con nuestros mejores deseos, cerramos hasta la próxima.
Los comentarios dentro de una discusión respetuosa y fructífera siempre son bienvenidos. Las estupideces de fan-boys rabiosos y las descalificaciones gratuitas no serán publicadas (así que modera tu conducta o directamente ahórrale trabajo al filtro de spam ;) ).
~~~~~~~~
El de las fotos es Jensen Ackles en su papel de Dean Winchester, de la serie Sobrenatural.