¿Adónde van los deseos que no deparan?,solos han de morir sin ver vencidos
los abruptos canales de tu alma;yo no pido más que tenerlos,que poseer el momento de empujarloshacia el abismo ensangrentado del te quiero.Pero no existes si no están,y sin ti no son sino vaga querencia;buscarlos para buscarte no sirve de nada,sólo me sonríen desde lo lejos, desdeñosos.Te imagino como un Rembrandt inspirado,y entonces, como Dios en su dominio,creo tu imagen y tu vida;creo la fortuna de tenerte.Y así, desolado al comprenderlo,veo que sólo existe mi deseo,mi razón, mi locura y mi lamento.
(Imagen del cuadro del pintor español José Manuel Gómez, Soledad, Neo-surrealismo)