Una de las frases más repetidas en el mundo de la nutrición es aquella de que “el desayuno es la comida más importante del día”, ya que tanto nuestro cuerpo como muchas de nuestras funciones cerebrales han estado dormidas durante varias horas y se necesita un buen aporte energético para reactivarlos.
Aún así, hay gente que con la excusa de la falta de tiempo, o la de no tener apetito por la mañana, sale de casa con el estómago vacío, o como mucho, con un café.
Pero hace unas semanas, una revista médica (Circulation: Journal of the American Heart Association) ha ido más allá. Esta revista ha publicado un trabajo en el que afirma que saltarse el desayuno puede aumentar un 27% el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón.
Después de estudiar durante 16 años a una población de casi 27.000 hombres, el director del estudio afirma que “saltarse el desayuno puede conducir a uno o más factores de riesgo como obesidad, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes, que a su vez, con el tiempo, pueden llegar a provocar un ataque al corazón”.
Con todo esto esperamos que toméis consciencia de la importancia que realmente tiene el desayuno. No dejéis que excusas como la falta de tiempo, de apetito, o, incluso, el miedo a engordar pongan en riesgo vuestra salud.
De hecho, está probado que un buen desayuno nos ayuda a controlar nuestro peso, e incluso a adelgazar. Sólo tenemos que saber qué desayunar, y no, tomar solamente un café, o un café y dos galletas, o un café y un bollo no nos va a ayudar en nada. Primero porque no tienen ni los nutrientes ni la energía necesaria para afrontar el día, y segundo porque la bollería industrial, las galletas hipercalóricas, el exceso de mantequilla… son cosas que hemos de evitar ya que, además de no aportar los nutrientes necesarios, tienen un índice glucémico elevado. Esto quiere decir que van a hacer que nuestro nivel de glucosa en sangre aumente muy rápidamente, lo que hará que nuestras células no sean capaces de quemarla adecuadamente, así que nuestro cuerpo la va a transformar en grasa y la va a almacenar. Y esto es algo que, seguramente, no queremos,¿verdad?
Así que vamos a concentrarnos en nuestro desayuno y a intentar hacerlo lo más completo posible sin que quite demasiado tiempo a quien no lo tiene y sin que sea demasiado pesado para quien no tiene costumbre de comer por la mañana.
Empecemos por la energía
Seguro que mucha gente se pregunta “¿cuántas calorías ha de tener un buen desayuno?”. Si tenemos en cuenta que los expertos afirman que el desayuno ha de contener entre un 25% y un 30% de las calorías totales a consumir en un día, dependiendo de la dieta que llevemos, un buen desayuno ha tener entre 300 y 500 calorías.
Ante todo, no queremos que la gente que quiere perder peso se asuste ante estas cantidades. Pensad que es la primera comida del día, tenemos todo el día por delante lleno de actividad física y mental para poder quemar esas calorías y las del resto de comidas que aún nos quedan por hacer.
Además, comiendo lo necesario en las cantidades adecuadas, llegaremos a la hora de almorzar con el hambre justa, no con la típica ansiedad de quien no come bien. Así que almorzaremos bien, no comeremos cualquier cosa apetecible a la vista que, como hemos dicho, puede aumentar nuestros niveles de grasa, ni comeremos demasiado y/o demasiado rápido (algo que, además, nos puede acarrear digestiones difíciles).
Por esto mismo, hemos de animar a aquellos que no coméis nada en toda la mañana porque “no me entra”, a que empecéis a desayunar. Llegar a la hora del almuerzo, vuestra primera comida, después de tantas horas de ayuno va ha hacer que afrontéis esta comida con mucha ansiedad y puede crear problemas a vuestros jugos gástricos. Además de que es imposible que afrontéis la jornada con el mismo nivel de energía que la gente que invierte un poco de su tiempo desayunando.
Sinceramente, creemos que si no os “entra” el desayuno es porque habéis acostumbrado a vuestro cuerpo a no desayunar. Nuestro cuerpo es una máquina de costumbres, si te levantas cada día a las 7, llegará un momento en el que no hará falta que pongas el despertador, tus ojos se abrirán a las 7. Así, si has acostumbrado a tu cuerpo a que no va a recibir comida hasta las 11 o las 11,30 de la mañana, tu cuerpo no te la pedirá. Pero ésta es una mala costumbre que, como llevamos diciendo durante todo el artículo, puede perjudicar mucho a tu salud.
Nuestro consejo es que os forcéis a desayunar. Tampoco pedimos que os deis un banquete el primer día. Ya que no estáis acostumbrados, los primeros días os costará, pero hacedlo. Empezad con desayunos suavecitos, un café con leche y una tostada de pan integral con pavo, por ejemplo. Es muy poco para poder ser considerado un desayuno completo, pero por algo se empieza. Veréis como, poco a poco, vuestro cuerpo se acostumbra a comer algo nada más despertarse y empezaréis a sentir la necesidad de desayunar. Entonces podréis ir aumentando el número de nutrientes, las cantidades, etc., hasta que lleguéis a tomar cada día ese desayuno perfecto.
En serio, hacedlo y notaréis la diferencia.
¿Cómo es el “desayuno perfecto”?
Para que un desayuno se considere completo ha de incluir:
- Hidratos de carbono, ya que son la principal fuente de energía de nuestro organismo. De los dos tipos de hidratos de carbono que existen (simples y compuestos) vamos a darle más importancia a los compuestos (polisacáridos), ya que se absorben más lentamente que los simples. Estos hidratos los podemos encontrar, entre otros, en cereales integrales, arroces, harinas integrales, algunos frutos rojos como las fresas y las cerezas…
- Proteínas, que además de ser un pilar importante en nuestra alimentación que nos brinda energía rápidamente, se digieren lentamente, por lo que la sensación de saciedad dura más tiempo. La fuente principal de proteínas son las carnes magras, el pescado, el huevo y los lácteos.
- La fibra no sólo tiene efecto saciante, sino que también regula los niveles de azúcar y colesterol en sangre. La encontramos en cereales, harinas integrales, frutas y frutos secos entre otros alimentos.
- Las vitaminas son muy importantes para el nuestro organismo. Además, la mayoría no se acumulan en el cuerpo, por lo que las tenemos que incorporar diariamente en nuestra dieta. Todos los alimentos que consumimos tienen vitaminas, pero de entre todos, la fruta es el alimento que más concentración de vitaminas posee.
Teniendo en cuenta todo esto, podemos hacer múltiples combinaciones de alimentos para crear nuestro “desayuno perfecto”, e incluso, si no queremos cansarnos de desayunar siempre lo mismo, se puede crear uno distinto para cada día de la semana.
Ejemplos
- Un cuenco de cereales integrales, un yogur y un zumo de frutas natural
- Un sandwich de pan integral con unas rodajas de tomate, jamón y queso, una pieza de fruta y un café con leche
- Un sandwich de pan integral con tortilla francesa y un batido hecho con fruta natural y leche
- Un cuenco de cereales integrales, un café con leche y una pieza de fruta…
¿Qué pasa con toda esa gente que se levanta con el tiempo justo de vestirse e irse a trabajar o estudiar?
A todos vosotros os hemos de pedir un favor, cambiad este hábito. Sabemos que va a ser difícil, pero hay que intentarlo porque nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan un buen desayuno. Si, por más que lo intentáis, os es totalmente imposible despertaos un poco antes intentad esto: tomaos un vaso de leche o un yogur mientras que os hacéis un sandwich de pan integral con jamón o pavo, queso y, si queréis unas rodajas de tomate. Coged este sandwich y una pieza de fruta y os los vais comiendo de camino al trabajo o al lugar de estudios.
Es una manera un poco estresante de desayunar, pero al menos desayunaréis, le daréis a vuestro organismo los nutrientes y la energía necesaria para poder empezar el día. Estamos seguros de que, si lo hacéis, veréis los resultados muy pronto.
Como veis es muy fácil preparar un buen desayuno, tanto para aquellos a los que nos gusta sentarnos durante media hora a disfrutarlo, como para aquellos que no tenéis más de 5 minutos.
No hace falta nada más para cuidar nuestra salud, sólo la voluntad de hacerlo.
Así que, a estas horas, sólo nos queda una cosa más que decir, pensad vuestro menú para hoy y ¡¡a disfrutar de vuestro desayuno!!
Y tú, ¿qué desayunas?
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Buen provecho a todos!!
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