Como a estas alturas ya casi todo el mundo sabe, la edición de este año de CasaDecor tiene su sede en el edificio donde, durante casi 40 años, estuvo asentada la Embajada Británica, en la calle Fernando el Santo, 16, en el madrileño barrio de Almagro.
La estancia que más me gustó, en mi reciente visita a la exposición, fue la que albergaba el antiguo despacho del embajador. La intervención ha sido llevada a cabo por Olga Palmero Mazón, quien se ha enfrentado a un gran reto porque era la única habitación de todo el edificio que aún permanecía amueblada, como si nada hubiese cambiado desde 1966, como puede apreciarse en la siguiente imagen:
A la interiorista le pareció tan genuino que decidió conservar el toque british, el espíritu de los sixties que planeaba por toda la estancia, por otro lado tan de moda en estos momentos. Por ello mantuvo gran parte del mobiliario, rehabilitando solo aquellas piezas que necesitaban una pequeña actualización por el efecto del paso del tiempo.
El resultado, como puede comprobarse en las imágenes, es espectacular, un soberbio ejercicio de convivencia de lo clásico y de lo moderno, sin perder un ápice de actualidad.
No me digáis que no podrían ser unas imágenes sacadas de cualquier publicación actual de interiorismo. ¡Magnífico!
Imágenes: CasaDecor