El día que la sonrisa ceso… ¿Quién asesino al Papa Juan Pablo I?

Por Vmrawlins @VMRAWLINS

El día que la sonrisa ceso…¿Quién asesino al Papa Juan Pablo I?

La muerte del Papa Juan Pablo I
ha sido uno de los misterios mejor
guardados de la Iglesia Catolica

Una pregunta fuerte. Un titulo que probablemente toque muchas fibras sensibles, pero que no deja de ser una de las preguntas más recurrentes. La sorpresiva muerte del que fuera conocido como el “Papa de la sonrisa”, Juan Pablo I (Cardenal Albino Luciani[1]) conmovió no solo a los católicos de entonces, sino a todas las latitudes intelectuales y espirituales del mundo. Su muerte fue tan, o quizás más, sorpresiva que su propia elección como papa[2]. Luego del fallecimiento, y posteriores actos fúnebres, del Papa Pablo VI[3], los cardenales como es tradición en el catolicismo vaticano se reunieron en conclave para la selección del sucesor. Fue sorpresa para muchos que el manto de San Pedro recayese sobre el cardenal italiano. Muchos no le dieron importancia, pues solo lo veían como un “papa transitorio”[4]. El nuevo papa no se imaginaba, o quizás sí, la olla hirviente en la que entro. De amplio intelecto y sentido espiritual y moral indiscutibles, el Papa Juan Pablo I[5]sentía un ferviente interés en “reformar” al Vaticano y por consiguiente la administración Católica Romana[6]. Varias voces se oían entre los pasillos vaticanos con respecto al desorden y mal manejo de las finanzas de la Iglesia Católica. Juan Pablo I, un ferviente creyente del pensamiento franciscano de que la iglesia no debe ‘escupir su opulencia a las caras de los que nada tienen’, se adentro en la investigación del escándalo. Siguiendo una petición del periódico especializado en temas económicos ‘Il Mondo”, con respecto a investigar las actividades ‘turbias’ del Banco del Vaticano[7]. El Papa tenía la oportunidad de poner en práctica sus ideas expuestas en su tesis doctoral: Cambiar radicalmente la relación del Vaticano con el capitalismo y aliviar el sufrimiento que había derivado directamente de Humanae Vitae[8].  Juan Pablo I veía con desagrado como la iglesia, especialmente muchos de sus altos jerarcas, ostentaba una opulencia que contrariaba el mensaje de humildad que predicaba. Se sintió contrariado ante la corrupción financiera en el Banco Vaticano, institución que velaba por los patrimonios económicos de la iglesia. La compra del Banco Católico del Véneto[9], de forma turbia, por el Banco Ambrosiano de Milán[10]. Otro elemento que tenía en mente enfrentar era la inserción de grupos francmasones dentro de la cúpula vaticana[11]. Entre las calles de Roma se rumoraba la existencia de una logia masónica ultra secreta que se movía entre los pasillos de la ciudad eterna y del mismo Vaticano: la P2[12]. La olla se destapo cuando Mino Pecorelli[13], periodista y según su declaración miembro de la P2[14], expuso un listado de cardenales que, de acuerdo a él, pertenecían a la todopoderosa logia[15]: Los nombres de Jean Villot, su Ministro de Asuntos Exteriores, Paul Marcinkus, el jefe del Banco del Vaticano, y Pasquale Macchi, su secretario personal estaban en la lista[16]

El Cardenal Jean Villot
es visto como uno de los responsables
de forma intelectual en la muerte
del Papa

El nombre del Cardenal Jean Villot es significativo. Este cardenal fue Ministro de Asuntos Exteriores del anterior papa. Cabe notar que fue el propio Villot quien pregunto si podía mantenerse junto con el nuevo pontífice. Otro dato interesante es que Villot fue uno de los cardenales que favorecieron la relajación de la regla canoníca sobre excomunión de religiosos con aparentes vínculos con sociedades secretas. El Papa solicito la renuncia del cardenal, aduciendo salud[17]. Se solicito al Cardenal Baggio que tomara la posición de Villot; cosa que rechazo[18].Muchos alegan que la muerte, de ser un asesinato, se debió a asuntos religiosos: la amenaza de Luciani al status quoreligioso del Vaticano y las políticas adoptadas por sus predecesores luego del Concilio Vaticano II. Las evidencias históricas lo niegan. Aquí no intervino la fe, sino el interés monetario. Juan Pablo I prosiguió con las investigaciones sobre los negocios del Banco Católico del Véneto al Banco Ambrosiano de Milán, especialmente las negociaciones del Obispo Marcinkus[19], relacionado con la logia P2 y presidente titular del Banco del Vaticano[20], y Robert Calvi[21], quien era vinculado con la cossa nostra.
El dinero sagrado de la Organizaciones Negras

El dinero invertido en operaciones de la
CIA fue  uno de los tratos sucios del
Banco Ambrosiano y el Banco del
Vaticano

Para entender en lo que se metió el Papa Juan Pablo I, es bueno que repasemos un poco de la historia del escándalo Ambrosiano – Vaticano. El banco Ambrosiano de Milán era un bastión financiero para ‘toda actividad nada santa’.  A la vez era la ramificación milanesa del Banco del Vaticano y quien podía negociar a nombre del mismo, sin directamente involucrarlo. Roberto Calvi, presidente del Banco Ambrosiano y socio del director del Banco del Vaticano, estaba relacionado con toda clase de clientes: mafiosos, cardenales, políticos; ect. Entre las cosas en las que se ha relacionado al Banco Ambrosiano antes del 1981 podemos citar:-   Creación de compañías extranjeras reales y fantasmas para el movimiento de grandes sumas de dinero.-   Creación de una filiar latinoamericana conocido como Banco Ambrosiano Andino[22].-   Financiamiento de los partidos políticos italianos.-   Doble juego financiero de la dictadura de Somoza y los sandinistas en Nicaragua.-   Lavado de dinero proveniente de la logia mafiosa P2 y su cabeza Licio Gelli. -   Financiamiento del Movimiento Solidaridad en Polonia. -   Negociaciones con los Estados Unidos[23]Pero lo que más escandalizaría seria la relación del Banco de Dios con el banquero de la mafia. Como el dinero destinado para las obras de bien de la iglesia fue usado para financiar horrendos crímenes y regímenes con el fin de obtener ganancias para unos pocos del clero.
Los escándalos revelados

La lucha del Papa para recuperar
al Vaticano de las manos de la
Mafia y las Logias oscuras fue
el detonante para su prematura
muerte.

Albino Luciani quería una Iglesia Católica pura y que siguiese el principio de humildad de su Maestro. Cuando aun solo era cardenal se lanzo a una serie de investigaciones relacionadas con la compra de varios bancos. Las investigaciones sobre el obispo Marcinkus y Calvi, lo llevaron a otro nombre: Michele Sindona[24]. Debido, quizás, a lo limitado de su influencia; Luciani mantuvo a discreción lo descubierto, aunque los ánimos estaban candentes. La oportunidad de remediar las cosas llego cuando fue electo Santo Padre. Pronto se vio una relación entre los masones vaticanos de la P2 y los escándalos bancarios. Todos estaban relacionados: masones, mafia, clero, políticos, militares, banqueros.  Luciani debió descubrir las actividades dolosas del obispo Marcinkus con el dinero destinado a las obras de la iglesia y la gran pérdida de dinero del banco de la Santa Sede. Con todo esto ya descubierto, solo era momento de que el Santo Padre tomara el toro por los cuernos y enfrentara la corrupción en su entorno.
Muerte en la noche
El pontificado de Juan Pablo I fue un dolor de cabeza inesperado por los líderes vaticanos, la mafia y los banqueros. Como líder espiritual de Venecia, tradicional ciudad de familias bancarias, el Papa conocía el movimiento del banco. Pero lo que era una piedra en el zapato era el interés del pontífice de “sanear las finanzas” de la iglesia. Con las pruebas en sus manos, sería suficiente para desmantelar la organización delictiva que se aprovechaba de los fondos de la iglesia. Pero esto no sucedería. La noche antes de su muerte, el Papa Juan Pablo I discute la situación del Banco del Vaticano y los resultados de las investigaciones con el Cardenal Villot. Villot trata de suavizar y convencer al papa de desistir de sus intenciones de destitución de Marcinkus. El papa no hiso caso. Villot fue la última persona en ver con vida al Santo Padre.Entre las 9: 30 pm del 28 de septiembre y las 4: 30 am del 29 de septiembre, el Papa de la sonrisa fallece. Según Yallop y otros autores investigadores, el papa había sido asesinado. Amparándose en una ley canoníca, el cadáver del pontífice no fue llevado a autopsia. Las reformas a ser llevadas fueron dejadas atrás en el nuevo pontificado y su muerte solo se registro como “un lamentable accidente”.Pero muchas voces dentro de los muros de la Santa Sede pensaban, para sus adentros, que el papa no murió de forma ‘accidental y mucho menos natural’. David Yallop[25], en su obra “En el Nombre de Dios”, presenta un listado de posibles cómplices del asesinato. Muchos sospechosos han sido mencionados, pero ninguno juzgado ni menos condenado. Los más rimbombantes son:-   Monseñor Paul Casimir Marcinkus[26]-   Michele Sindona.-   Licio Gelli-   Umberto Ortolani-   Roberto Calvi-   Cardenal Juan Patrick Cody-   Monseñor cardenal Jean Villot[27]
Incoherencias en el testimonio sobre la muerte
Muchas incoherencias han sido presentadas por quienes han investigado la muerte prematura de Juan Pablo I. las más relevantes tienen que ver con las acciones del Cardenal Villot. Su puesto como ministro del Estado Vaticano le daba facilidades para manipular las informaciones. También la solicitud de deposición interpuesta por el pontífice le daría motivos para encubrir el crimen. Villet en sus primeras declaraciones solo llego afirmar:El Papa inadvertidamente se había tomado una sobredosis de su medicina”.El problema de este planteamiento está en que el Santo Padre, de ser el caso de que este se auto aplicada el medicamento, debería haber conocido la dosis correcta. Una autopsia hubiera revelado el nivel de la dosis, y todos se darían cuenta de que la misma fue adrede aplicada. La idea era plantear negligencia por parte del pontificado. Otra postura fue la de un infarto al miocardio. Otra incoherencia tiene que ver con quien descubrió el cuerpo sin vida del pontífice. En una declaración se afirmo que el primero en darse cuenta de la muerte fue el Obispo John Magee, cosa que este negó luego. La versión se cambio, entrando la historia conocida de la religiosa que encontró el cuerpo. Magee afirmo que cuando la monja[28]le dio la noticia, bajo inmediatamente, viendo el cuerpo. Magee testifica que ordeno que no se tocada nada y llamo inmediatamente al Cardenal Villot[29]. Luego llamo al doctor Buzzonetti. Ambos llegaron a la escena.Otra inconsistencia fue con el reporte médico. Cuando falleció el papa Pablo VI se publico un detallado informe médico, cosa que no ocurrió con Juan Pablo I.  Las declaraciones sobre la hora de la muerte no coincidían. Transcribimos un extracto del testimonio de  los embalsamadores en ese momento:“Al examinar el cadáver antes de que lo trasladaran a la sala Clementina, los hermanos Signoracci habían llegado a la conclusión, por la ausencia delrigor mortisy por la temperatura del cuerpo, que la muerte se había producido, no a las once de la noche del 28 de septiembre, sino entre las cuatro y las cinco de la madrugada del 29. Sus conclusiones se vieron confirmadas por monseñor Noé, que les dijo que el Papa había muerto poco antes de las cinco de la madrugada”[30]Sor Vincenza y el secretario Diego Lorenzi afirmaron que encontraron el cadáver todavía tibio. Dentro de la cúpula cardenalicia ha habido personas que no estuvieron conformes con la versión presentada por la jerarquía vaticana. El Obispo de Cuernavaca, Mns. Mendez Arceo hiso la siguiente declaración, cuando solicito que se realizase una autopsia con todas las de la ley:“Tanto al cardenal Miranda como a mí nos parece que podría ser de mucha utilidad"A esta solicitud se unió Franco Antico, de la organización “Civilta Cristiana”. Recibieron un tajante no por respuesta.“He sabido con certeza que el Sagrado Colegio cardenalicio no tomar mínimamente en examen la eventualidad de una investigación y no aceptar el menor control por parte de nadie y, es más, ni siquiera se tratará la cuestión en el colegio de cardenales”[31]. ¿Cuál era el interés de no permitir un procedimiento que eliminaría toda duda? En las palabras de un erudito en el tema y autor de la biografía del papa Juan Pablo I; tendríamos una respuesta que, aunque no satisfactoria:“El Sacro Colegio no ordenó la autopsia porque la consideró superflua, no habiendo duda alguna sobre las causas naturales de la muerte del Papa Luciani. La autopsia no podía sino confirmar cuanto ya se sabía”[32]Es interesante el notar como el conocimiento de la causa de muerte del pontífice era suficiente para no autorizar una autopsia. Ahora, la pregunta: ¿Cómo estaban seguros del motivo? ¿Cómo podrían determinar si fue una sobredosis o un infarto al miocardio?Es interesante como un medio de comunicación prestigioso se hiso eco de la solicitud de varios cardenales para una autopsia:“Los cardenales, ante los interrogantes que se plantea la 'opinión pública' provocados por el hecho de que únicamente fue publicado un breve comunicado anunciando la muerte del Papa, la ausencia de un boletín médico y la negativa del Vaticano a proceder a una autopsia, han solicitado que los medios oficiales de información de la Santa Sede anuncien las circunstancias exactas de la muerte del Pontífice”[33]El Vaticano hiso aquello en lo que es bueno: silencio. Otra cosa que causa, y revela por escritor Cornwell, fue la afirmación del doctor Buzzonetti de que no “había sido llamado para atender al Papa”. “Yo puedo ser muy preciso sobre esto. Ni yo ni el profesor Fontana −que era jefe del Servicio Médico Vaticano y que murió en 1979− fuimos llamados nunca a prestar nuestros servicios profesionales al Papa Juan Pablo I. Yo le vi al final del cónclave. Yo era suplente de Fontana. Posteriormente yo creo que le vi en alguna función. Después le vi muerto. Eso es todo”.El doctor desmintió la afirmación de Magee de un encuentro con el médico de cabecera del papa, el Dr. Da Ross, el 24 de septiembre. Dejando en claro que solo el silencio imperaría en este caso, Buzzonetti expreso:"Todos los aspectos clínicos de éste asunto de Juan Pablo I están cubiertos por dos secretos: el primero es el secreto profesional, del que nadie me puede liberar; después está el secreto de mi cargo como vicedirector del Servicio Médico de éste Estado del Vaticano. Pero, de cualquier modo, yo no sé nada".Secretos sobre secretos. La excusa del secreto profesional y de Estado para ocultar la verdad. Varias voces procedentes de la misma iglesia católica romana se han escuchado con respecto al tema. Una de estas es la del sacerdote José López Saes[34]escribió un polémico libro[35]en el que presenta sus ideas, y la de muchos dirigentes católicos cercanos sobre el caso. Entre las mismas plantea:-   El Papa Juan Pablo I fue asesinado al ingerir una dosis fortísima de un vasodilatador.-   Pensaba hacer cambios importantes en la curia del Vaticano.-   Los apuntes que tenía en las manos al ser encontrado muerto– y retirados por Villot.- tenían los nombres de los nuevos cargos.-   La muerte del Papa fue orquestada por miembros de la Curia, la mafia y la masonería vaticana; en respuesta a sus planes de reformar la iglesia. El que un prestigioso intelectual católico y ministro abriese la caja de pandora en cuanto a un tema decretado cerrado por las altas esferas nos da un poco de esperanza.El Vaticano siempre alimento la idea de una muerte por sobredosis propia de un papa enfermo. A lo tipo Michael Jackson. Pero el testimonio del médico de cabecera tumba el planteamiento:“El Papa no ha pasado nunca 24 horas en cama, ni una mañana o una tarde en cama, no ha tenido nunca un dolor de cabeza o una fiebre que le obligase a guardar cama. Gozaba de una buena salud; ningún problema de dieta, comía todo cuanto le ponían delante, no conocía problemas de diabetes o de colesterol; tenía sólo la tensión un poco baja"[36].Tampoco la versión de un infarto es sostenible. No se presentaban en el cuerpo el conocido “lucha con la muerte”. La hermana Vincenza expreso:“Papa estaba sentado en la cama, con las gafas puestas y unas hojas de papel en las manos. Tenía la cabeza ladeada hacia la derecha y una pierna estirada sobre la cama. Iniciaba una leve sonrisa”.En nada parece la postura de alguien que lucho contra la muerte. ¿Entonces? Todos los autores apuntan a una cosa: asesinato.
¿Por qué su muerte?
Todo magnicidio tiene en común el proteger los secretos o status de personas de poder involucradas en el mismo. Las políticas del Papa Juan Pablo I conmoverían a todo el Vaticano. Habría cambios en la Curia, se perderían influencias, se podría revelar secretos que mejor están guardado. El Padre López Sáez afirma que su asesinato fue:“… una muerte provocada en el momento oportuno”Los documentos desaparecidos de las manos del cadáver, tenían una estructura de la iglesia católica diferente a la que se veía en el momento. Se cuenta el siguiente dialogo entre Juan Pablo I y el Cardenal Villot. La misma nos puede dar los motivos tras la complicidad del purpureo:Villot:- Usted es libre para decidir y yo obedeceré. Pero sepa que estos cambios supondrían una traición a la herencia recibida de Pablo VI".Juan Pablo I:- "Ningún Papa gobierna a perpetuidad".Lamentablemente, el Santo Padre cito su propia sentencia de muerte. Con esta, las reformas institucionales no se dieron. Los implicados, en la mayoría de los casos, fueron promovidos. Y todo quedo en el silencio del olvido.
¿Quién asesino a Juan Pablo I?

La prematura muerte del Papa sera
un archivo abierto hasta que la
misma sea explicada convincentemente

Solo se tendrán sospechosos. Pero a ciencia cierta no se sabrá quien o quienes inyectaron la letal dosis. Pero el olvido, los intereses egoístas, la falta de espiritualidad de muchos dirigentes de la iglesia católica; y la oposición de estos a reformas que la resitúen, como anhelaba el malogrado pontífice, en el sitial de esposa pura de Cristo son los verdaderos asesinos. Que se olvide el legado, aunque efímero de Albino Luciani, por parte de los feligreses de la iglesia que tanto amo es un crimen grande. No se asesino a la persona física; sino al recuerdo condenando al que pudo ser uno de los papas reformadores más grandes del catolicismo al olvido. El próximo 27 de agosto se conmemorara, bueno para quienes lo recuerden, otro aniversario de su ascensión al trono pontificio, y luego el aniversario de su muerte. Se debería exigir que la iglesia sea devuelta a quienes en verdad le pertenece: a los feligreses católicos del mundo.
 

[1] Nacido el 7 de octubre de 1912 en Canale d'Agordo, al norte de Venecia, Italia. [2] El Cardenal Luciani fue electo papa el 27 de agosto de 1978 [3]6 de agosto de 1978 [4] Así se conoce entre ciertos círculos cardenalicios al papa que por edad y/o salud se veía que no tendría un reinado longevo. El Cardenal Luciani ni siquiera pertenecía al círculo de los ‘preferiti’ del conclave. [5]El nombre es una combinación de los 2 nombres de sus predecesores los papas Juan (XXIII) y Pablo (VI). Aun en este aspecto, el Cardenal Luciani rompió el patrón al ser el primer papa electo que usa un nombre compuesto. [6]Dos de los escándalos a los que el Papa se enfrentarían, y que para muchos serian la principal causa de su muerte, eran: a) la francmasonería vaticana, en la cual militaban grandes dirigentes del clero; b) el desorden financiero en el banco vaticano. [7]Carta abierta dirigida al nuevo Papa el 31 de agosto de 1978. [8]Citado en su disertación doctoral de 1941. [9] Llamado el “banco de los sacerdotes”. Fue vendido por su presidente el Obispo Paul Marcinkus, quien llego a ser director del Instituto de las Obras de la Religión (Banco Vaticano) al presidente del Banco Ambrosiano Roberto Calvi.  [10] Fundado en 1896 por Monseñor Giusepe Toviniy. Su propósito original era servir de contra peso a los bancos laicos italianos. El banco ambrosiano colapso en 1982. [11] Esto era algo chocante debido a la postura oficial del vaticano sobre las logias y demás sociedades secretas. Recordemos la bula ‘In Eminenti’ (24 de abril de 1738), del Papa Clemente XII en la que se condenaba y prohibía toda asociación o agrupación tipo masona por considerárseles “perniciosas para la seguridad de los estados y la salvación de las almas”. Otros papas repitieron la misma. [12] Logia italiana fundada por Licio Gelli. La misma albergaba hombres de poder y riqueza dentro y fuera del Vaticano.  Luego de un allanamiento, en 1981, por parte de las fuerzas del orden italiana a la residencia de Gelli se descubrió un listado de 962 miembros del P2. La influencia de los mismos fue tal que el gobierno italiano de entonces colapso. [13] Es asesinado a tiros el 20 de marzo de 1979. [14] Logia Propaganda 2. La misma agrupaba a importantes personalidades de la vida política, económica y religiosa de Italia. Fundada por Licio Gelli [15] Septiembre de 1978 en el artículo titulado: “El Gran Alojamiento del Vaticano”. [16] Yallop, David; “En el Nombre de Dios”. [17]27 de septiembre de 1978. [18] Baggio fue mencionado en el artículo de Pecorelli como miembro de la cúpula francmasona P2. [19]Llego a Roma en 1952 con el fin de estudiar derecho canónico. Estableciendo fuertes vínculos con gran parte de la Curia romana, especialmente con el Arzobispo Montini (futuro Pablo VI). Salvo al Papa en uno de sus viajes y en 1968 fue nombrado obispo y luego, en 1971, director del OIR. [20] Su nombre eclesiástico es Instituto de Obras de la Religión. Fue fundado en 1887 bajo el nombre de Comisión para las Causas Pías, por el entonces Papa León XIII. Llego a su estatus de principal órgano financiero gracias a dos circunstancias históricas importantes: la primera: ocurrida en 1929 con las firmas de los pactos Latanerenses en el que se le devolvía a la iglesia los derechos sobre los Estados Vaticanos en Italia. La segunda: la indemnización a la Santa Sede por el suceso. Este dinero y poder le dio a la Comisión la oportunidad de administrar convenientemente el dinero. [21]Roberto Calvi era llamado “el banquero de Dios”. Llego al Banco Ambrosiano en 1947 de la mano de Carlo Canesi. En 1971 llega a ser nombrado director general y en 1975 presidente. Sus tratos con la mafia y el clero fueron los detonantes que lo llevaron a su trágico final. El 18 de junio de 1982 su cuerpo es encontrado colgado bajo el puente londinense de Blackfrias, sobre el rio Támesis. [22] Con sede en Lima, Peru. [23]Documentos atestiguaba el manejo por parte del Banco Ambrosiano de dinero de la CIA usado para asesinatos políticos y golpes de estado. [24]Banquero siciliano con sede en Milán. Era llamado el “Banquero de la mafia” (aunque no fue hasta después que se conoció sus relaciones con esta). Sindona había conocido al Papa Pablo VI cuando este era aun el Arzobispo Montini de la ciudad de Milán. Al ascender el papa Pablo VI, Sindona se convirtió casi inmediatamente en “consejero financiero del Vaticano”. Junto con Calvi trato de crear algo parecido a un “Frente Bancario Católico” que pudiese competir con la banca laica. [25] Autor e investigador británico. Autor de los best sellers: “En el nombre de Dios”, “el Poder y la Gloria”. Su investigación sobre la muerte de Juan Pablo I abrió la posibilidad de un magnicidio encubierto. [26]Extrañó su testimonio de que a eso de las 6: 30 am, del 29 de agosto, había encontrado al papa muerto. Intriga el que la residencia de este estuviese a 20 minutos del Vaticano y no se le conocía ese habito madrugador. Marcikus sabía que sería destituido al día siguiente de su puesto como director del Banco Vaticano. Aunque el testimonio se negó después. Mantuvo su puesto como director del BV y fue nombrado como arzobispo y presidente de la Comisión Pontifical del Estado de la Ciudad del Vaticano bajo el pontificado de Juan Pablo II. [27] Yallop en su libro presenta una serie de acciones extrañas por parte de Villot inmediatamente descubierto el deceso del papa: retiro de la botella de medicamento del Papa, papeles que tenía en sus manos y elementos de vestir. Igualmente las declaraciones falsas sobre la muerte, la prohibición de una autopsia y el llamado a un conclave los mas antes posible (a 2 semanas de la muerte de JP2) dio mucho que pensar. [28] Sor Vincenza [29] Magee afirmo que eran las 5: 40 am cuando hiso la llamada. [30] Yallop, David; “En el Nombre de Dios” [31] Citado por el Cardenal Oddi; antiguo asistente del Cardenal Villot. [32]Monseñor Nicolini. [33] La Stampa de Turín; 8 de octubre de 1978. [34]Sacerdote abulense, catequista y fundador de la Comunidad de Ayala. A causa de sus investigaciones y escritos fue puesto en entredicho, despojado de sus cargos y rechazado por la comunidad que el ayudo a fundar. [35]P. Saes López; José; “Se Pedirá Cuentas” y “El Día de la Cuenta”, Editorial Orígenes; 2003 [36] Testimonio del Dr. Da Ros.