El diseño emocional y sus características

Por Marcelogardinetti @marcegardinetti

Aquellos objetos por los cuales tenemos devoción y nos generan un cariño especial pueden estar unidos por un mismo concepto; estar creados bajo la idea de un diseño emocional. Se trata de una nueva tendencia del diseño, el cual tiene en cuenta sensaciones y sentimientos de los usuarios para crear y ofrecerles productos o servicios acordes a sus gustos y personalidades. A continuación dejamos un repaso de lo que significa este nuevo fenómeno. 

Apelar al sentimiento del consumidor 

Así como todos los aspectos de la vida, el diseño también va cambiando y alterando sus preceptos según pasan los años, las tendencias y las modas. Si bien años atrás los diseños se relegaban a cumplir con condiciones básicas de eficiencia y utilidad y durabilidad, en la actualidad parece ir un poco más allá. En este sentido, el diseño emocional cumple un rol estratégico, ya que no solo pretende crear un objeto eficiente y durable, sino que busca también despertar ciertas emociones. Diseñar en base a ciertas emociones, parece ser la nueva tendencia y la clave para el éxito de las nuevas empresas. 

Es así que el diseño emocional permite que los usuarios se identifiquen más con el objeto o producto diseñado, y genere una conexión con las emociones que va más allá de sus utilidades. Pueden verse entonces diversas campañas publicitarias apelando a las sensibilidades y afectividades de los públicos, de manera que puedan interpretarlos de otra manera. Este tipo de diseños, están preparados para que los clientes tengan un disfrute del servicio o producto de manera íntima, personal o humana. 

Un mundo lleno de sensaciones

Hay quienes dicen que el diseño emocional solo quiere crear necesidades en los receptores y convencerlos de adquirir cosas que en realidad no le hacen falta. No obstante, parece ser un poco más complejo que lo que expresa esa afirmación. Lo cierto es que el diseño emocional muchas veces está dirigido a aquellos que ya tienen el producto, y no así a los posibles o futuros consumidores. Si bien la publicidad siempre tiene la pretensión de vender, también es cierto que los objetos despiertan las sensaciones recién cuando caen en las manos del consumidor. 

De acuerdo a esto, podríamos hacer la pregunta de si sólo es necesario adquirir aquellos productos totalmente necesarios y útiles y descartar por completo aquellos que simplemente despiertan emociones o sensaciones. La respuesta, en este caso, podría ser que no tienen por qué ir por separado, y que lo mejor sería una combinación de ambos polos. Sin dudas, el diseño emocional le hace un gran aporte a los meros objetos u servicios y puede atribuirles una mejora considerable y convertirlos en productos aún más atractivos. Así por ejemplo, una página web con mera información sobre una empresa podría mejorarse con un diseño emocional particular, que le ofrezca al usuario una experiencia más agradable y placentera. Algo que sea útil y al mismo tiempo despierte emociones, es mucho más efectivo que algo que sólo es útil.

El diseño emocional y sus características. 2019