Investigadores de la Escuela de
Medicina de la Universidad de Pittsburgh demostraron que los nervios sensibles
al dolor ayudan a combatir las infecciones de la piel y previenen su propagación.
Hace una década, se pensaba que el dolor solo nos mantenía alejado de un estímulo particular o que
señalaba una lesión. Recientemente, se encontró que ademas desempeña un papel
importante en la inmunidad contra algunos patógenos. En el estudio, desarrollaron
un modelo de ratón optogenético donde las neuronas de detección de dolor en la
piel podrían activarse al brillar la luz azul. Demostraron que la activación de
estas neuronas liberaba una pequeña proteína llamada CGRP, que reclutaba
diferentes tipos de células inmunitarias en el sitio. Esto sugirió que las
neuronas que detectan patógenos de la piel en su propio inicio inician una
respuesta inmune incluso antes de que las células inmunes centinela puedan
hacerlo. En el mismo modelo infectaron a los animales con Candida albicans, y Staphylococcs
aureus luego usaron optogenética y bloqueadores nerviosos químicos, evidenciaron
a través de una serie de experimentos que cuando el hongo infectó una parte de la
piel, los nervios no solo detectaron e iniciaron una respuesta inmune para
combatir la infección, sino que también enviaron una señal hacia la columna
vertebral. Esas señales luego regresaron a la piel en áreas alrededor de la
infección para activar las defensas inmunitarias evitando así que la infección
se propague. Comprendiendo mejor este tipo de inmunidad se podría desarrollar
un medicamento para suprimir selectivamente la inflamación autoinmune excesiva
en tejidos específicos, evitando los efectos secundarios negativos que conlleva
el uso de un amplio inmunosupresor que afecta a todo el cuerpo concluyeron los
investigadores. Estos hallazgos, se publicaron hoy en la revista Cell.