Me encantó ver la mezcla de las tres culturas (judía, musulmana y cristiana) en tantos elementos. Ver una sinagoga al lado de la iglesia católica de Santo Tomé con la maravilla de El Entierro del Conde Orgaz, toda la zona urbana puramente árabe por sus calles, los cigarrales rodeando la ciudad.¡Me maravilló!
Evidentemente, pensaréis, no me pude ir de allí sin mi pieza de Damasquinado, ¿no? Y supe inmediatamente qué quería. No podía salir de Toledo sin mis tijeras costureras. Busqué y rebusqué entre las tiendas y tiendecitas del centro, por los alrededores, hasta que encontré la mejor tijera del mundo. Tiene el Damasquinado artesanal y es una tijera buena de acero de la marca Tres Claveles, que conocía ya de mi madre y de mi abuela. Así que ¡no la pude dejar ahí!