El efecto dominó

Por Arthur @arthurgilbordes

1 de diciembre, día mundial contra el VIH: una enfermedad que todavía sigue sin resolverse y que, actualmente, en España, contaremos con un 76% menos de presupuesto para prevenirla. Si ya de por sí el SIDA es alarmante, la situación en nuestro país no ayuda a que la ciencia avance y el efecto dominó termine para siempre. 

Es una pena que en un día como hoy los periódicos se 'hayan levantado' lanzando titulares poco alentadores para los enfermos de SIDA: un diagnóstico temprano puede lograr que nunca se desarrolle, evitando así que el virus se contagie, de media, a otras 3 personas... pero las entidades que trabajan contra la enfermedad han pasado de contar con 4,5 millones de euros a 1 millón.  
Una situación que no se podrá solucionar sin la ayuda de las administraciones públicas que, actualmente, parecen no colaborar demasiado por 'culpa' de un obstáculo económico que está presente desde el año 2011. Por no hablar del decreto sanitario de Mato, que hace que el acceso al tratamiento sea casi imposible, sobre todo para los inmigrantes. En nuestro país hay entre 120.000 y 150.000 personas infectadas, más del 50% menores de 35 años, y un 30% desconocen ser portadores del virus. Es decir, hay entre 36.000 y 46.000 españoles que no saben que son seropositivos

Nosotros no podemos hacer nada contra las administraciones ni el gobierno, solo manifestar nuestro descontento y, en lo que a nuestra vida se refiere, actuar con cautela. Pero sí que podemos hacer más presión en otro efecto dominó que también es importante y se contagia: el prejuicio sobre un seropositivo. Parece que eso de vivir en el siglo XXI no encierra tanta modernidad como parece. Todos hablamos de tolerancia, de respeto, pero todavía se oyen comentarios anacrónicos y desagradables ante portadores del VIH.
El SIDA es una enfermedad, y como tal debemos solidarizarnos con todos aquellos que la padecen y no participar en ese efecto dominó lleno de irresponsabilidad verbal, prejuicios y comportamientos realmente insanos para la conciencia del ser humano. Así como no tratar a los seropositivos con lástima, pena, compasión... y no decir que es una enfermedad homosexual. A los portadores de VIH, como a todos los enfermos, hay que ayudarles a caminar, avanzar con ellos para que todo pueda proseguir y si las investigaciones se paran por los recortes, que la sociedad no se sienta lastimada por ello y siga evolucionando y ayudando a todos aquellos que lo necesitan. Una sonrisa, una mano, un beso, un artículo, una canción, todo apoyo en bien recibido. 

Yo no soy político, ni médico, ni economista, no puedo ayudar en los avances para desarrollar medicamentos microbicidas para impedir la transmisión de la infección, ni tampoco puedo resolver la crisis económica, ni acabar con los recortes. Soy periodista, autor de este blog y este post es una manera de ayudar y solidarizarme con los enfermos de VIH. Yo ya he empezado a parar ese efecto dominó, ¿y tú?
Fotografía: Pepe Herreros