El Efecto Forer y por qué creemos en el horóscopo

Por El Baúl De La Psique @bauldelapsique

Para comenzar esta entrada, en primer lugar, voy a pedir al lector que lea lo siguiente:

¿Te has sentido identificado/a con algo de lo anterior? ¿Cuadra contigo lo que dicen? Quizás hayas pensado: “Pues es cierto que me he esforzado y concentrado mucho en mi trabajo“, “Es verdad que hoy estoy más motivada o más optimista” o “Es verdad que soy una persona independiente y no estoy en deuda con nadie“. La sorpresa viene cuando te das cuenta de que el número 1 se refiere al horóscopo de piscis para el  17 de febrero y el número 2 al horóscopo de cáncer para el mismo día. Ahora quizás digas: “¡Pero si hoy no es 17 febrero y ni soy piscis, ni cáncer!”.

¿A QUÉ SE DEBE ESTO?

Esto se debe a la falacia de validación personal, también conocida como el Efecto Forer o Efecto Barnum, que citando a Serrani (2015) es lo siguiente:

[Es] la tendencia del público a evaluar un conjunto de afirmaciones como muy adecuadas para ellos (…), aun cuando las afirmaciones en realidad se aplican a muchas personas. (…) Las personas tienden a aceptar las descripciones de personalidad generales y vagamente definidas, como si fuesen dirigidas exclusivamente a ellos, sin darse cuenta de que la misma descripción podría ser aplicada casi a cualquier persona“.

Es decir, aplicamos nuestro propio significado subjetivo a este tipo de definiciones y creemos que están hechas concretamente para nosotros cuando lo que hacen es utilizar unas definiciones positivas, muy generales e incluso duales utilizando el “a veces” (usted es extrovertido y sociable, aunque a veces es introvertido y desconfiado dependiendo de la situación). De esta manera, estas definiciones son capaces de cumplir con las expectativas de cualquiera.

Esto no sólo ocurre con el horóscopo, si no también con la quiromancia, la cartomancia, juegos del tipo “¿Cómo es tu personalidad según el largo de tus dedos?”, etc.

¿A QUIÉN AFECTA?

Es un efecto universal ya que en realidad se trata de un sesgo cognitivo, cumpliéndose en personas de distintas culturas y zonas geográficas. Sí es cierto que las personas con creencias en lo paranormal suelen tener más tendencia a “caer” en el Efecto Forer, pero se ha observado que las personas escépticas también son susceptibles a creer en definiciones vagas.

LA DEMOSTRACIÓN DEL EFECTO FORER

El psicólogo Bertram R. Forer (1914-2000) en 1948 llevó a cabo un experimento en el que les realizó a sus alumnos un test de personalidad para posteriormente entregarle una descripción personal (podéis leerla en la imagen de abajo) basada en el resultado que habían obtenido. Ellos debían puntuar dicha descripción entre 0 y 5 según estuvieran más o menos de acuerdo con ella. El truco estaba en que la descripción era la misma para todos los alumnos y la sorpresa está en que la puntuación media que dieron los alumnos era 4’26. Es decir, ¡la definición era casi excelente para todos!

Bertram R. Forer y la descripción “personal” que les entregó a sus alumnos para el experimento de 1948.

¿Cómo de acuerdo habrías estado con esta descripción?

¿CÓMO ELIMINAR EL EFECTO FORER?

Se ha comprobado que el Efecto Forer se puede eliminar con el Sesgo de Autoservicio. Y es que las personas aceptamos los atributos positivos mientras que rechazamos los negativos. Esto se comprobó entregando una descripción “tipo Forer” a un grupo de sujetos pero llena tanto de atributos positivos como de negativos y observando que éstos sólo aceptaban las positivas. Por lo que parece que somos muy indulgentes y positivos respecto a nosotros mismos. Por ejemplo, el 90% de los gerentes de empresas en Estados Unidos cree que su desempeño es superior al de sus colegas.

Además del Efecto Forer o el Sesgo de Autoservicio, encontramos más sesgos cognitivos relacionados como es el Sesgo Egoísta.  Este sesgo hace que la persona atribuya el fracaso y otras experiencias negativas a causas externas, como al azar o la suerte; y los éxitos y otros eventos positivos a sí mismo, como a sus habilidades y esfuerzos. A estas atribuciones que hacemos es a lo que se llama tener un locus de control externo o interno. El externo nos hace tener una percepción de poco control sobre nuestra vida, ya que lo que nos ocurre se debe a factores externos como la suerte. Mientras que el interno nos hace percibir que tenemos control sobre nuestra vida, ya que lo que nos ocurre se debe a factores internos como nuestras habilidades. Todo esto queda bien explicado en la Teoría de la Atribución, a la que ya le dedicamos una entrada en el blog titulada “¿He aprobado o me han suspendido?“.

Está claro que este tipo de sesgos cognitivos protegen nuestra autoestima al hacernos construir un autoconcepto más positivo. De manera breve, el autoconcepto es la descripción que hacemos de nosotros mismos, una especie de autobiografía que vamos construyendo con el paso de lo años. Mientras que la autoestima es la valoración que hacemos de nuestro autoconcepto. Sobre estos dos términos junto con la autoeficacia también hablamos en una entrada del blog: “Yo soy yo y todas mis identidades“.

Ya podéis participar en la encuesta que hemos abierto en relación a esta entrada.


Bibliografía

Barros, E. & Kausel, E. (2006). ¿La Panacea para Evaluar y Mejorar el Desempeño Individual? Recuperado el 20 de febrero de 2016 de la Universidad de Chile: http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/127402/151%20Panacea_Barros_Kausel.pdf?sequence=1

Estebaranz, G. (2004). Estilo atribucional en el espectro esquizofrénico. Apuntes de Psicología, 22(1), 137-150.

Serrani, D. (2015). El Effecto Forer o Barnum. Cómo distinguir la investigación científica versus no científica en Psiquiatría. Recuperado el 20 de febrero de 2016 de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA): http://apsa.org.ar/docs/efectoforer.pdf