“El egoísta maligno es tan tonto que regala la soga con la que lo ahorcan.” (Shakespeare)
En balística, la bala que ha cumplido su función queda deteriorada e inútil de por vida. Así ocurre con el gremio criminal de la cloaca política infiltrada en los gobiernos mundiales. Todo el trabajo de ese círculo de asesinos públicos consiste en ocultar sus fechorías, robar el dinero nacional, contratar sicarios para sus fines, desposeer de humanidad al género humano, programar nuevas matanzas o destruir cualquier ley o norma que la civilización tenga instaurada. Pero todo resulta estéril una vez que su fétida existencia tiene alarmado al conjunto de los seres humanos. Por esta simple razón se presenta agotado y denigrante el inmediato futuro de los perdedores políticos. Por un lado, la vacua y siniestra amenaza de someter por la fuerza cualquier disidencia. Por otro, su permanente desaparición del escenario ante el empuje de fuerzas mucho más poderosas por ahora difusas, dispersas y parciales. Con la invencible tropa ciudadana del mundo no hay quien pueda, lo que equivale a convenir que ante ese coloso, el pérfido insecto, molesto por ahora, esté perdido para siempre.
Se observa y verifica cómo la pura y dura tozudez de los hechos es lo más imposible de roer, pues llevan años preparando el asalto definitivo y a la hora de la verdad se acobardan y huyen sin control ni mesura, demostrando que las quimeras se realizan si, y sólo si, se tienen las fuerzas y las condiciones para imponerlas, o si se cuenta con algo más que delirios irrealizables al más leve contacto con la historia y la realidad humana. La desunión, e incluso la beligerancia interna del enemigo humano, no es solamente fruto de inconveniencias pasajeras o elemental confrontación de intereses, responde más amplia y profundamente, a la mutua relación de las fuerzas que litigan internacionalmente, donde una ínfima minoría social trata de moldear el mundo humano a sus inviables intentos de imponer un peregrino programa de exterminio social generalizado, cuyo imposible proyecto estaba muerto antes de su concepción, por loca e infecunda desesperación fuera de concurso, como se está viendo más claramente en la insufrible actualidad de estos días.
Al otro lado de la vida social internacional y al margen de su turbia oficialidad, se prepara activamente la verdadera explosión popular que el mundo está por vivir, si bien ya han saltado los primeros y heroicos soldados del insuperable ejército. El enemigo ha quemado sus últimos cartuchos durante los años de plomo, saqueos, delitos, mentiras y crímenes en que usurpa el poder, pero el tiempo que viene presenciará las mejores actuaciones del amigo patriota nacional e internacional, junto a la mayor parte de la humanidad civilizada, que es la auténtica ganadora en este histórico y salvador conflicto.