El ejercicio intenso podría ocasionar fibrosis y arritmias

Por Fat

El ejercicio físico de resistencia que se realiza de forma continuada durante varios años podría provocar cambios en la estructura y la función cardiaca que se podrían traducir en la aparición de arritmias, según se desprende de los resultados de un estudio realizado por Lluis Mont, Anna Serrano-Mollar, Josep Brugada, Gemma Gay-Jordi y Begoña Benito, del Hospital Clínico de Barcelona, el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) y el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IIBB-CSIC), en colaboración con Stanley Nattel, del Instituto Cardiológico de Montreal y la Universidad de Montreal, en Quebec (Canadá).
El trabajo, que se publica en el último número de Circulation, aporta por primera vez evidencia científica de que la práctica de ejercicio intenso de manera continuada induce la formación de fibrosis cardiaca y aumenta el riesgo de desarrollar arritmias en un modelo de rata. Esto representa un cambio de concepto, ya que hasta ahora se pensaba que el corazón tenía la capacidad de adaptarse ante la práctica intensa de ejercicio, pero ahora se ha visto que esta práctica es capaz de inducir enfermedad.
La práctica de una hora diaria de ejercicio intenso ocasiona la formación de fibrosis cardiaca y el desarrollo de arritmias en modelos de rata
El experimento ha consistido en someter a estos animales a una hora diaria de ejercicio intenso por espacio de 4, 8 y 16 semanas, separados en grupos, para comprobar los efectos crónicos a largo plazo respecto a un grupo control de ratas sedentarias. Se estima que esta actividad durante 16 semanas podría ser equivalente a un entrenamiento diario durante diez años en humanos.
Los resultados del trabajo indican que los animales que habían realizado ejercicio intenso de forma regular desarrollaron anomalías en la estructura del músculo cardiaco, lo que sugiere una relación directa del esfuerzo de resistencia realizado de forma continuada con el riesgo de sufrir una arritmia cardiaca.
Los cambios se han detectado principalmente en el ventrículo derecho y las aurículas, no así en el ventrículo izquierdo, lo que "cuadra bastante con las observaciones en los pacientes".
Las observaciones clínicas ya habían sugerido una mayor probabilidad de sufrir fibrilación auricular a largo plazo en los atletas de resistencia
Los investigadores han explicado que estos hallazgos van en consonancia con las observaciones clínicas realizadas en la última década, que ya habían sugerido una mayor probabilidad de sufrir fibrilación auricular a largo plazo en atletas de resistencia. En el caso de la fibrilación ventricular existen algunos datos que sugieren que podría haber también alguna relación, pero no está demostrado.
Todo con medidaLos investigadores han hecho especial hincapié en recordar que la práctica regular de ejercicio es útil para prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, y que contribuye a mejorar el estado de salud de los cardiópatas. Además, está ampliamente demostrado que un estilo de vida físicamente activo va asociado con una disminución de la mortalidad por enfermedad cardiaca en al menos un 30 por ciento. La incógnita consiste, pues, en determinar el límite de seguridad.
Mont ha explicado a Diario Médico que uno de los próximos retos científicos que surgen a partir de estos resultados es, precisamente, determinar con mayor precisión la "zona de seguridad" en la que la práctica continuada de ejercicio es saludable e inocua para el corazón.
-Efectos reversibles
Los efectos de la práctica continuada de ejercicio se acumulan a lo largo del tiempo, según se desprende de los resultados de este estudio, realizado en el Hospital Clínico de Barcelona. Además, uno de los puntos más importantes que demuestra el trabajo es que estos efectos son reversibles con el tiempo. Los investigadores separaron a las ratas en tres grupos después de haberlas sometido a 16 semanas de ejercicio diario de resistencia y las evaluaron a las 2, 4 y 8 semanas de reposo. Los resultados han demostrado que, a medida que aumenta el tiempo de reposo, la hipertrofia se revertía y el proceso de fibrosis detenía su curso.Al respecto, uno de los investigadores principales de este trabajo, Lluis Mont, ha explicado a Diario Médico que "es posible que exista un punto de no retorno, pero no lo conocemos". Por ello serán necesarios nuevos estudios de investigación en esta dirección para poder conocer con mayor precisión los efectos del ejercicio intenso sobre el corazón.
**publicado en "Diario Médico"