Su frontal agresivo, sus líneas ultradeportivas y su fiero aspecto en conducción por el campo hacen de este off-road el futuro de los Clase G de Mercedes, además de ser el prototipo de varios cuerpos de policía para sus coches de acción directa.
Dos depósitos en el techo, convertirían el agua en hidrógeno, el combustible limpio de este todo terreno poderoso, cuya autonomía sería de 800 km gracias a los motores que incrustados en las ruedas y con un avanzado sistema de suspensión que adapta el vehículo en altura y dureza según la rigurosidad del terreno a recorrer.
Además su sistema de iluminación LED es una auténtica pasada técnica complementada con unos potentes focos superiores, que unidos a su altura, permitirán una visibilidad correcta en los emplazamientos más difíciles.
Sin duda un punto positivo para la marca alemana, tanto por innovación como por diseño diferenciado y sugerente,aunque este modelo no vea la luz como producción en masa, si tendrá unaimpronta técnica en los futuros coches grandes de Mercedes.