Este escaparate pertenece a la tienda de Zara Andorra, en el que han montado una delicada habitación que invita al descanso. La verdad es que después de un día de madrugón, ski, frío… Ves este escaparate y te gustaría tener una cama idéntica a esa, llena de cojines suaves y bien acolchados. La composición es realmente sencilla mediante 2 elementos que destacan: Por un lado tenemos la cama muy bien vestida y como he dicho antes, con unos cojines preciosos, y por otro lado tenemos la mesita de noche con su lámpara, un marco, unas velas… El detalle de los vasos y servilletas también me gusta mucho, insinúa un desayuno en la cama?
La verdad es que me resulta una habitación muy habitable, y transmitir ese sentimiento lo considero primordial. No olvidemos que el fin de un escaparate es, entre otros, llamar la atención de las personas que pasean y conseguir que se conviertan en potenciales clientes, si ellos no se sienten identificados y no perciben una habitación habitable el objetivo sería difícil de cumplir, pero sin duda alguna este escaparate lo consigue.