❽ El escarabajo de Oro - Edgar Allan Poe

Por Finallitymax

Nueva sección en el blog que trata de poner bajo la lupa algunas de las obras de grandes autores a través de la historia. Con ojo critico, analizaremos parte por parte obras, ensayos y cuentos. Descubriremos metáforas y navegaremos hasta el fondo de la mente del autor para el viaje más placentero: Comprender la lectura. 

El Escarabajo de Oro - Edgar Allan Poe 


Estructura Interna 


  • Tipo de narrador: Narrador en primera persona, ya que es quién cuenta la perspectiva principal.
  • Trama: Abierta a la expectativa. 
  • Ambiente físico y geográfico: Es una isla al norte de una región selvática o mediterránea. Específicamente en una isla de Sullivan, al este de Cherleston en Carolina del Sur. 
  • Ambiente moral: Suspenso, expectativa y duda por parte de los personajes. 
  • Personajes: 
  1. Narrador 
  2. William Legrand 
  3. Júpiter 
  • Tiempo: Época de 1820 - 1830. En la historia el tiempo transcurre en menos de dos semanas

Reseña 

El narrador, de cuál no sabemos absolutamente nada más que convive con ciertas personas en la isla Sullivan, va y visita a un fiel compañero. El ex millonario, William Legrand. Quién a su vez, y en la propia desgracia de la miseria, comparte vivienda con su mayordomo y amigo; Júpiter. Ambos le comentan a dicho hombre el descubrimiento de un escarabajo impresionante, cuentan que su caparazón era de un dorado brillante y tenía dos manchas negras en la parte superior. Júpiter, al no encontrar otra referencia, dice que el escarabajo hasta pudiera ser de oro, por lo pesado que era. El hombre, curioso, pide ver al espécimen. Pero era tarde, puesto que los dos hombres lo habían llevado a inspeccionar con el biólogo de la isla. Pero a su vez, Legrand admite sus buenas capacidades artisticas y decide dibujar al escarabajo en un trozo de papel. El hombre solo ve la forma de una calavera en dicho papel, pero Legrand al tomarlo, se da cuenta de un error. Los días pasan y el comportamiento de Legrand altera a su fiel servidor, quién en una completa crisis de histeria, pide auxilio al hombre para calmar el comportamiento de su amo. Legrand les dice que dicho escarabajo será su fortuna y que solo era cuestión de días para descubrir el verdadero tesoro que dicho insecto escondía. Una cierta tarde, Júpiter llega nuevamente con el hombre pero estaba a vez con guadañas y palas para excavar. Le reitera la locura de su amo pero los dos hombres, en busca de una redención de Legrand, van a convencerlo de evitar su expedición al bosque húmedo de la isla. Cosa que no logran, y los tres hombres se encaminan a las profundidades de la isla. Ya dentro, Legrand comienza a hacer cálculos y le pide a su sirviente, escale hasta la séptima rama de un abedul o especie de olmo. El sirviente asustadizo avisa que en la punta de la rama, ya casi carcomida, se encuentra un cráneo humano. Legran le advierte que tiré al escarabajo, atado por una cuerda, por el ojo izquierdo del cráneo y no suelte la cuerda. Júpiter, colmado de nerviosismo, se equivoca de ojo y lo deja caer por el derecho. El joven Legran, entusiasmado y extasiado, junto con sus dos amigos, cavan un profundo hueco en la tierra en donde no lograron encontrar nada. Decepcionado, Legran atribuye la confusión de Júpiter con el error del calculo. Así que a partir del centro de aquella circunferencia, marca una linea idéntica pero con una longitud de dos pies. Justo del lado izquierdo. Agotados, comienzan a cavar para darse cuenta de dos cadáveres enterrados de hace muchos años. Aún con espadas de finta española. Justo a un lado, un gran baúl escondía un tesoro de millones de dolares sumados en oro y joyas. Habían encontrado un tesoro pirata. Aquello sorprende a ambos hombres pero solo el narrador es el que cuestiona la deducción para llegar a ese punto insólito. William Legrand, y su afamada inteligencia, hacen presencia a partir de tablas matemáticas, inferencias y sobretodo, perspicacia. En un relato que te dejará absorto por unos cuantos minutos mientras se desvela su desenlace. Otra obra maestra de Poe. 
Saludos, Max.