Hoy quiero traeros los pensamientos de Patrick Jam, amigo y compañero en los Amorati. Ya os tengo acostumbrados a la idea de que en ese grupo tienen lugar conversaciones a otros niveles, y de vez en cuando me gusta pedir permiso para trasladar aquí y traducir las mejores reflexiones y aportaciones que encuentro.
Ayer mismo, en una charla de domingo, surgió una sobre los pensamientos y observaciones que Patrick tenía en mente desde hace bastante tiempo. ¿Te apetece conocerlos?
Bien, si estás accediendo a esto, es posible que te pique la curiosidad por saber cómo es eso de celebrar la belleza, y a qué nos referimos por ello.
Pues, como dice Goyo Jiménez… No lo contamos, lo hacemos.
Le doy paso a Patrick. Después, mis propios comentarios. ;)
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Pensamientos sobre la belleza
La belleza es un 30% externa y un 70% interna. La belleza es como la cristalería fina: la artesanía (30%) es ciertamente impresionante, pero sin el sol (70%) iluminando el cristal no puede ser bella.
La cultura consumista de hoy ofrece a las mujeres infinitos productos para realzar su belleza externa. Y si una de ellas hace un gran trabajo con su exterior, únicamente se ha currado el 30% de su belleza.
Esa mujer que sale del estudio de yoga y pasea por Broadway en NYC, sudando y sin llevar nada en especial… ¿Por qué hace que se giren mi cabeza y la del resto de los hombres en la calle? Belleza interior. El 70%. Ella estaba irradiando belleza interior tras su clase de yoga.
Esa mujer mayor haciendo jogging (N.T.: lo que en España mal llamamos running) en Río de Janeiro a la que mi amigo y yo pedimos indicaciones para encontrar una calle… Se paró, nos lanzó una sonrisa deslumbrante y fue realmente cálida en su respuesta. He olvidado a millones de personas, pero… ¿Por qué la recuerdo a ella, diez años después?
Por su belleza interior.
Sin embargo, con la exteriormente bellísima camarera del restaurante italiano en Río… ¿Por qué mi amigo y yo queríamos largarnos a toda prisa? Su 30% era espectacular, pero el 70% restante era oscuro y deprimente. Nos costó bastante disfrutar de nuestra comida en su compañía.
Recientemente durante mis viajes en metro se han dado dos ocasiones donde una chica se sintió atraída por mí… Y yo podía sentirlo en su rollo. Se quedaron cerca, y parecían tener cierta timidez de mirar en mi dirección. Podía percibir las dudas cruzando veloces por su mente. Ambas chicas eran preciosas y vestían muy bien… ¿Por qué reaccionaron así?
Habían montado su propia película en su cabeza. Yo he estado en ese mismo papel montones de veces, y ahora lo estaba experimentando desde el otro lado. Sabía que no debía juzgarlas. Sentí compasión porque a mí también me ha pasado… Pero la sensación en mi cuerpo fue la de que estaban matando mi interés.
Vivirlo desde el otro lado me abrió los ojos en muchos sentidos. Los demás pueden sentir tu historia, y tus dudas sobre tu propio valor. Nuestros pensamientos no son privados al 100%… Y una película negativa en nuestra mente le corta el rollo al resto por contagio emocional.
El ánimo más atractivo para mí es el de la mente en calma. Sin cháchara interna. Me habla de alguien que está cómodo en su propia piel. Ese estado mental me atrae y me intriga. Es la ausencia de pensamiento… Y así se permite al brillo del alma llegar a la superficie. Eso es belleza interior. Lo que sea que detenga ese parloteo te hace irradiarla.
Arnold Schwarzenegger tenía un secreto del que nunca he oído hablar a nadie más, pero me dí cuenta de ello en la película Pumping Iron, y desde entonces lo he utilizado. Cuando él estaba más metido en el bodybuilding también practicaba yoga y ballet.
En mi opinión, hasta el día de hoy no ha habido ningún culturista con un cuerpo tan bello como el de Arnold en su mejor momento… Porque él había armonizado y equilibrado las energías masculina y femenina. Levantar pesos es masculino, y te dará un cuerpo más vistoso al mismo tiempo que te vuelve más rígido y tenso. Eso aflora en tu carácter, también.
El yoga relaja tu cuerpo y tu carácter. Hace a los músculos más flexibles. Lima las aristas. Con la práctica conjunta de yoga y bodybuilding, tu energía se equilibra. Emplear ambas energías y continuar en ambas actividades hace a un hombre más bello.
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Hasta aquí el texto de Patrick… ¿Curioso, verdad?
Vamos allá con mis propias impresiones.
Comentarios al discurso de Patrick
Como en todo, hay una percepción subjetiva de los niveles de belleza externa e interna y su relación. Pero no podía ser de otro modo… Yo personalmente opino que hay personas que son 100% bellas por ambos lados, y llegan a serlo por completo. Sin embargo, también hay personas que no han encontrado su armonía y se centran tanto en uno de los lados que le restan al otro su potencial. Esas estarían en el caso de lo descrito por Pat.
Casi todas las experiencias relatadas por Pat resuenan conmigo y os recordarán a momentos que ya he descrito con anterioridad; como las sonrisas sinceras sin más palabras de chicas por la calle, una conversación espontánea esperando el metro, y otros actos de confianza y buena disposición. En tales situaciones, ambas personas perciben la belleza y la armonía de la otra persona y responden positivamente a ella.
También me he identificado con situaciones donde alguien ha tratado de opacar mi propia belleza, o ha restado crédito a la suya propia en presencia de la mía. De estas prefiero no hacer más mención que las líneas anteriores, aunque ya he contado algunas de esas situaciones aquí en el pasado: en especial, son del tipo de las manipulaciones en busca de ciertas respuestas por mi parte (sin importar la intención que haya detrás de la manipulación).
Como practicante de Jiujitsu (que se puede traducir literalmente por “el arte/la técnica suave”, tengo una idea muy clara sobre los beneficios de combinar suavidad y firmeza… Acentuada por mi tiempo practicando Aikido (que se puede traducir, entre otras cosas, como “el camino de la armonía entre las energías”).
Entre otras cosas, vivir ambas experiencias me ha reafirmado en la creencia de que no hay una forma correcta universal de hacer las cosas… Pero sí unos principios guía que nos pueden ayudar a dar con una forma correcta propia, y a los que podemos acudir si nuestras formas fallan. Con los que podemos comprobar si nos desviamos de nosotros mismos, de nuestro espíritu y de la armonía (tanto con nosotros como con la propia vida).
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Hasta aquí mi pequeño pero extenso aporte a la reflexión de Patrick.
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Como siempre, si tienes algo que aportar a lo dicho… Tus comentarios son bienvenidos.
Un fuerte abrazo.
Pedagogo al 50% y subiendo, comunicador y mentor por vocación (y pronto, más). Autor de las webs La Vida es Fluir & Play it Sexy!, Aventurero y Heartist (persona comprometida a vivir, crear y obrar con cabeza, corazón y conciencia). Escribo sobre el Buen Vivir: autoaprendizaje, estilo de vida, habilidades sociales, relaciones y más.