Malcolm afirma conocer la identidad del asesino del juez federal Raymond Fawcett y su secretaria. Un caso mediático que ha conmocionado a la opinión pública y que tiene al FBI desconcertado, sin pistas y dando palos de ciego. El abogado no solo asegura saber quién les mató, sino también el móvil del crimen, que podría estar relacionado con el contenido de la caja fuerte del juez, que fue desvalijada por el asesino.
Es el último thriller de John Grisham, otro relato trepidante, con acción y suspense desde la primera hasta la última página, además de la denuncia de los fallos e injusticias del sistema penal americano. Me ha gustado por su ligereza, es muy ameno y entretenido.