“Como patólogos nuestra función principal es la de emitir el diagnóstico final de muchas enfermedades y en especial del cáncer”, ha declarado el doctor Aurelio Ariza, presidente de la Sociedad Española de Anatomía Patológica y División Española de la Academia Internacional de Patología (SEAP-IAP), en la presentación a la prensa de la XXXIV Reunión Anual que la Sociedad celebra hoy y mañana en Madrid. “Las mejoras científicas repercuten directamente en nuestro trabajo y por lo tanto suponen un beneficio en los pacientes enfermos de cáncer”, ha reflexionado el Dr. Ariza en la jornada previa a la conmemoración del Día Mundial del Cáncer.
“Cuando existe una sospecha clínica documentada de la posible existencia de un cáncer, el facultativo que atiende al paciente proyecta una serie de pruebas, la última de las cuales suele ser una biopsia. Sobre ella los patólogos estudiamos algunos biomarcadores que nos ofrecen información sobre lo avanzada que está la enfermedad y estudiamos dianas terapéuticas”, afirma el doctor Fernando López-Ríos, miembro de la SEAP-AIP y codirector del I Simposio SEAP-SEOM: Biomarcadores en cáncer de pulmón que forma parte del programa de la XXXIV Reunión Anual de la SEAP-IAP.
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2007 el cáncer de pulmón causó 1,4 millones de defunciones en el mundo, constituyéndose como el tipo de cáncer más frecuente entre los hombres y el segundo, únicamente tras el cáncer de mama, entre las mujeres. Atendiendo a estos datos y a las estadísticas médicas que indican una tendencia al alza de la prevalencia de este tipo de cáncer en los próximos años, la investigación y el avance tanto en conseguir un diagnóstico más temprano como tratamientos más efectivos, resulta cada vez más importante y más teniendo en cuenta que es una de las neoplasias más letales, tal y como recuerdan estos especialistas.
Desde la SEAP-IAP se recuerda el papel fundamental que tienen los patólogos en el diagnóstico del cáncer y en el tratamiento que se administra al paciente. Haciendo referencia a los tratamientos dirigidos en cuanto al cáncer de pulmón, sobre los cuales se hablará esta misma tarde en el simposio sobre Biomarcadores en cáncer de pulmón, el Dr. López-Ríos destaca “los importantes avances que se han dado en los últimos años”, investigaciones que han permitido “el uso de terapias dirigidas con excelentes resultados de respuesta”.
-Los biomarcadores, un signo genético clave en el cáncer de pulmón
“Las investigaciones científicas que se han centrado en descubrir los procesos que convierten las células normales sanas en disfuncionales y cancerosas han permitido que a nivel patológico podamos estudiar en las muestras que recibimos en el laboratorio una serie de parámetros que sabemos que quedan alterados cuando una persona ha desarrollado la enfermedad. Se trata de los biomarcadores”. Para el Dr. López-Ríos el análisis de los biomarcadores en las muestras ha revolucionado el tratamiento y en consecuencia ha aumentado la esperanza de vida de los pacientes. “Con el estudio de los biomarcadores hemos conseguido personalizar la patología, detectamos las características de la enfermedad de cada paciente y en función de ello hacemos un diagnóstico personalizado”, ha matizado el Dr. Ariza.
“Actualmente el EGFR (factor de crecimiento epidérmico) es uno de los biomarcadores de referencia que estamos utilizando en el estudio del cáncer de pulmón. El EGFR se encuentra en las membranas celulares y ha sido identificado como factor clave en el proceso de crecimiento y proliferación de las células normales. En cánceres como el carcinoma de pulmón no microcítico, sabemos que este biomarcador se expresa en cantidades mayores de lo que realmente deberían ser”, ha explicado el Dr. López-Ríos, quien asegura que el estudio de biomarcadores ayuda a definir el estadio, la agresividad y la afectación de la enfermedad.
Los servicios de anatomía patológica de los hospitales tardan aproximadamente entre una semana y dos en obtener los resultados sobre biomarcadores de la muestra que han recibido. Con el informe preceptivo se empieza a elaborar la terapia dirigida, tratamientos que hasta el momento “están obteniendo respuestas muy buenas, espectacularmente efectivas”, destaca el Dr. López-Ríos. A aquellos pacientes que así lo desean, se les informa del tipo de tratamiento que recibirán y se les hace copartícipes en su evolución, dándoles a conocer la información que se obtiene. “Hasta el momento, el estudio de biomarcadores se está realizando en función de las características del paciente y siempre bajo criterios clínicos, aunque esperamos que en un futuro se realice en el 100% de pacientes y se pueda diseñar una terapia única para cada uno de ellos”.
Una vez definido e iniciado el tratamiento, el trabajo de los patólogos continúa. Con el fin de controlar posibles recidivas se realizan frecuentes estudios de los biomarcadores en tejido de biopsia e incluso en sangre. Por ello el papel del patólogo ante el cáncer resulta primordial, a nivel de diagnóstico y de evolución.
**De izquierda a derecha: los doctores Ramírez, Ariza y López-Ríos tras la rueda de prensa.