Durante el año 78 pudieron hacer algunos test, donde los pilotos probaron el impredecible monoplaza, a todo esto, la FIA se negaba a homologarlo, por lo que al final debutaron mal y tarde en 1979: fue con el piloto Gianfranco Brancatelli donde se inscribieron en la 5ª carrera de la temporada en el Jarama y la 6ª en Zolder, donde no pudieron meterse en parrilla al rodar a más de 13 seg. de la pole.
Acuciado por el sobregasto del diseño de hasta 5 chasis Willi Kauhsen vendió su estructura a, un no menos aventurero, equipo Merzario, cuyos chasis también adolecieron de gravísimos problemas.