Los virus son parásitos que carecen de la capacidad de replicarse por sí mismos, por lo que toman el control de nuestras células para ayudar a cumplir esa tarea. Esta nueva comprensión del SARS CoV-2 puede ayudar a explicar por qué los pacientes con niveles altos de azúcar en la sangre y colesterol a menudo tienen un riesgo particularmente alto de desarrollar COVID-19.
En estudios de laboratorio, este fármaco utilizado para reducir el colesterol Fenofibrato mostró resultados muy prometedores al lograr que las células pulmonares quemen más grasa. El fenofibrato rompe el control que tiene el virus sobre esas células e impide su reproducción. En cinco días de tratamiento sobre los tejidos del laboratorio, el SARS CoV-2 desapareció casi por completo, según el estudio.
Los estudios sugieren que las vacunas solo pueden proteger a los pacientes durante unos pocos meses. Por lo tanto, bloquear la capacidad de funcionamiento del virus, en lugar de neutralizar su capacidad de ataque en primer lugar, puede ser la clave para cambiar las tornas de la epidemia. Si los estudios clínicos en humanos confirman los hallazgos, este tratamiento podría convertir a COVID-19 en nada peor que un resfriado común.