Ya están aquí las primeras "medidas económicas" (tijeretazos salvajes, en realidad) del Gobierno del Partido Popular (PP), el aperitivo de lo que nos espera para después de marzo de 2012 una vez que se hayan celebrado las elecciones elecciones autonómicas andaluzas. Por fin comienza a aflorar el famoso "programa oculto" de la derecha, aquel que han tenido escondido cuidadosamente durante los meses precedentes a las elecciones generales del 20 de noviembre pasado. Hoy, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que ha inaugurado el tijeretazo, ha quedado meridianamente claro por si alguien lo dudaba que los franquistas que nos han vuelto a gobernar siguen mintiendo como bellacos, según su costumbre tradicional.
Recuerden que hasta hace dos días como quien dice estos elementos juraban por su dios y su Caudillo que ellos no subirían impuestos. Pues bien, en este "inicio del inicio" como repetía al principio de la rueda de prensa una balbuceante y se diría que acobardada Soraya Sáenz de Santamaría, para abrir boca han empezado subiendo el impuesto IRPF, el que grava las rentas del trabajo (mientras se niegan a crear un impuesto sobre las grandes fortunas y a restablecer el impuesto sobre transmisiones patrimoniales), han congelado el salario mínimo interprofesional, las pensiones de los jubilados (no otra cosa es la burla de revalorizarlas un 1%) y los sueldos de los funcionarios (que, cobrando el mismo salario, dicen pasarán ahora a trabajar 37 horas y media semanales, algo que en latitudes no madrileñas se lleva haciendo desde hace décadas), han aumentado el impuesto IBI directo sobre la vivienda de propiedad, y congelado la aplicación de la Ley de Dependencia, entre otras medidas de similar fuste reaccionario.
Solo el hachazo sobre el IRPF les reportará más de 4.000 millones de euros. Haciendo un cálculo con las tablas que ofrece la edición digital de El País de hoy, a un servidor de ustedes le sale que le aumentan la base liquidable en unos 500 euros; un verdadero atraco a mano armada con el Boletín Oficial del Estado. Una vez más todo el esfuerzo fiscal recaudatorio recae sobre los asalariados mientras que "profesionales liberales", autónomos, empresarios, especuladores y en general cuantos viven de los beneficios del capital, de la economía en negro, de las rentas o del pelotazo seguirán forrándose gratis. España continuará siendo el único país del mundo en el que el promedio de ingresos anuales declarados por los empresarios es inferior al promedio de los declarados por sus asalariados, y ello en un "mercado laboral" en el que ser mileurista es ya un privilegio. Con cinco millones de parados, un 20% de ciudadanos que viven por debajo del umbral de la pobreza y un 40% de los españoles que llega a final de mes gracias a la tarjeta de crédito, el mercado del lujo español es cada día más floreciente y los pelotazos financieros son cada vez más suculentos. Medidas como las adoptadas hoy y las que vendrán no hacen sino ensanchar el foso entre unos y otros, entre los que todo lo tienen y cada vez quieren más y los que cada vez tenemos menos.
Dice la pobre Miss Peggy que Rajoy se ha feriado como portavoz de su Gobierno que estas son "medidas extraordinarias para un momento extraordinario"; lo ha repetido como media docena de veces, a ver si así se lo creía ella misma. A don Cristobalito Montoro, ese ser de presencia y vocecita ridículas que hasta hace unas semanas tronaba como un Zeus colérico contra cualquier medida del Gobierno Zapatero fuera ésta en la dirección que fuese, nos aseguraba con sonrisita nerviosa unos minutos después que el PP no ha cambiado de idea sobre las impuestos y todo eso, que estas medidas son solo para un ratito como si dijéramos. Probablemente nos cree tan imbéciles como lo es el individuo que ve cada vez que se mira en el espejo.
Estamos pues ante un gigantesco fraude económico, social y político organizado por el partido-trama abanderado de la corrupción masiva, la más brutal especulación urbanística, inmobiliaria y financiera, y el saqueo neoliberal ortodoxo del Estado. La excusa es, no podía ser otra, el déficit público que dicen haberse encontrado, ese coco con el que intentan asustarnos cada día para que quedemos contentos mientras nos vacían los bolsillos y destruyen los servicios públicos, olvidando interesadamente no solo que su cuantía es mucho menor a la que padecen otros países de nuestro entorno, también y sobre todo el que en su mayor parte el déficit español está constituido por el gasto irresponsable en muchas comunidades autónomas, gobernadas en su mayoría desde hace tiempo por el PP, caso de las campeonas Valencia, Madrid y Murcia.
¿Durante cuánto tiempo les va a salir gratis a esta gentuza el seguir mintiendo, robando y destruyendo?
En la imagen que ilustra el post, cartel del PP de Andalucía convocando un mitin en la población de Atarfe (Granada) el 7 de febrero de 2010.