Más
de 190 científicos de 38 países han firmado una carta solicitando a
la ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Gobiernos Nacionales controles más estrictos sobre los
productos que generen campos electromagnéticos (CEM), incluyendo
teléfonos móviles.“Basándose
en investigaciones de expertos, tenemos serias preocupaciones con
respecto a la exposición ubicua y creciente a los campos
electromagnéticos generados por dispositivos eléctricos e
inalámbricos”, reza la carta cuyos signatarios han publicado en
conjunto más de 2.000 artículos sobre el tema. Los científicos
instan a las organizaciones internacionales a “abordar la emergente
crisis de salud pública relacionada con el uso de los teléfonos
móviles y dispositivos inalámbricos”.“Los
distintos organismos que establecen normas de seguridad no han
logrado imponer pautas suficientes para proteger al público en
general, y en particular a los niños que son más vulnerables a los
efectos de los CEM”, afirman los especialistas’. Por su parte, la
OMS califica la radiación electromagnética emitida por los
‘routers’ de Wi-Fi y teléfonos celulares como “posiblemente
cancerígena para los seres humanos”, a base de evidencias
limitadas que asocian el uso de celulares con un mayor riesgo de
padecer glioma, un tipo de cáncer cerebral.