El H. Reina Sofía incorpora la braquiterapia de alta tasa para completar el tratamiento de los tumores ginecológicos

Por Fat

El servicio de Oncología Radiodiaterápica del Hospital Universitario Reina Sofía ha incorporado el tratamiento de braquiterapia de alta tasa de dosis, que se suma a la cartera de servicios de esta especialidad con la finalidad de mejorar la atención que reciben los pacientes con patología tumoral; la técnica, que acaba de entrar en funcionamiento, permitirá complementar y aumentar la eficacia de los tratamientos en determinados tumores ginecológicos.
De momento, el equipo servirá para completar, en los casos que sea necesario, la atención de mujeres con cáncer de útero que previamente han recibido radioterapia externa (la radioterapia que se administra por medio de los aceleradores lineales). Se estima que anualmente podrán ser tratadas alrededor de medio centenar de pacientes con esta patología y que cumplan con las indicaciones señaladas por los especialistas.
La jefa de servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Reina Sofía, Amalia Palacios, señaló que, "en el 90% de los casos la braquiterapia ginecológica de alta tasa, se aplicará además de la radioterapia externa para así poder subir la dosis y ampliar las posibilidades de curación". Asimismo indicó que esta técnica se considera siempre que el tumor se encuentra localizado -que no haya metástasis-. Y comentó que, si bien los primeros tratamientos se centrarían en la patología tumoral ginecológica, de manera progresiva se irían agregando a la cartera de servicios de otras especialidades para tratar los cánceres de pulmón, bronquios, esófago y mama, fundamentalmente.
La braquiterapia ginecológica de alta tasa consiste en la aplicación de una fuente radiactiva, que en el caso del complejo sanitario cordobés será iridio 192, en la zona afectada del interior del útero, que se retira una vez finalizada la sesión -dura entre 15 y 20 minutos-. La vía de acceso para llegar hasta el tumor y administar el isótopo radiactivo es intracavitaria, por medio de la vagina.
-Beneficios
De acuerdo con la información facilitada por el centro, entre los beneficios que conlleva este tipo de radioterapia interna respecto a la convencional destaca que minimiza los efectos negativos al ofrecer mayor protección de los órganos y tejidos sanos que rodean el tumor; las sesiones de tratamiento se acortan -el concepto de alta tasa de dosis se refiere al corto periodo de exposición de los implantes radiactivos- y se actúa sobre volúmenes muy pequeños y, además, se puede realizar de manera ambulatoria y la paciente podrá volver a casa tras un breve periodo de observación.
Amalia Palacios explicó que el desarrollo de la nueva técnica se asemeja a una intervención de cirugía mayor ambulatoria, pues se lleva a cabo con la enferma anestesiada y en una sala-búnker que se ha habilitado para acoger el equipamiento (se trata de una especie de quirófano). La inversión necesaria para acondicionar el búnker donde se ubica la nueva braquiterapia de alta tasa -espacio que antes ocupaba la unidad de telecobaltoterapia- y adquirir el equipamiento se ha elevado hasta los 437.906 euros.
-Dotación completa
En total, la dotación de irradiación de alta tecnología del servicio de Oncología Radioterápica la constituyen tres aceleradores lineales -uno de ellos de última generación que entró en funcionamiento en 2010 y que permite administrar la arcoterapia volumétrica modulada (VMAT/IMRT/IGRT)-, un equipo de braquiterapia de baja tasa -en la actualidad exclusivamente para el tratamiento del cáncer de próstata- y el nuevo equipo de braquiterapia de alta tasa. Además, a esta tecnología se suma un TAC-simulador.
Los profesionales de este servicio trabajan en estrecha colaboración con los de Protección Radiológica, que se ocupan, entre otras funciones, del uso correcto, y de acuerdo a la normativa vigente, de los materiales radiactivos y equipos que generan o emiten radiación. Además, llevan a cabo la puesta en marcha del nuevo equipamiento de braquiterapia, su control de calidad periódico y el cálculo y la distribución óptima de la dosis de radiación a cada paciente sujeto a tratamiento de radioterapia.
Los oncólogos radioterápicos utilizan las radiaciones ionizantes con fines terapéuticos para dañar, de forma directa o a distancia, el ADN de las células malignas y finalmente conseguir la destrucion tumoral. La forma habitual de administrar la radioterapia es externa -la fuente de radiación está alejada del paciente y se utilizan haces de irradiación de alta energía y gran capacidad de penetración tisular, por medio de los aceleradores lineales- y también se puede hacer de manera interna, como es el caso de la branquiterapia.