En 2010, el Hospital Universitario La Paz de Madrid redujo el consumo de sangre un 8%como consecuencia de la aplicación de técnicas específicas de ahorro de sangre por parte, sobretodo, de cirujanos y anestesistas.
El Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Infantil fue uno de los primeros en implantar estas técnicas en La Paz. Desde entonces se ha utilizado en más de 450 niños especialmente en los casos de escoliosis, dado el alto consumo de sangre en este tipo de cirugía. Posteriormente se extendió a otras intervenciones de Cirugía Ortopédica, Neurocirugía, Cirugía Cardiovascular y cualquier otra intervención con hemorragia importante que pueda poner al paciente en riesgo de requerir una transfusión sanguínea.
-Cirugía sin sangre
Los especialistas llevan años tratando de encontrar métodos que proporcionen un uso más racional de la sangre, reducir la transfusión de donante e incluso llegar a la cirugía sin sangre. En La Paz, desde 1998, se vienen aplicando varios programas con los que se ha conseguido una reducción efectiva en el consumo concentrado de hematíes, llegando a reducir notablemente las unidades en intervenciones de columna para corregir escoliosis y lograr, incluso, una tasa transfusional del 0% en la colocación de prótesis de rodilla.
Como parte del programa de cirugía sin sangre, varios equipos multidisciplinares del Hospital La Paz utilizan estas técnicas. Uno de estos equipos, compuesto por traumatólogos, anestesiólogos y hematólogos realiza de esta manera en el Hospital de Cantoblanco todos los procedimientos quirúrgicos de prótesis total de rodilla, pasando de un 46% de pacientes con transfusión a un 0% en la actualidad. Se han realizado con éxito más de 170 operaciones consecutivas de este tipo sin complicaciones. Este mismo equipo está trabajando en un programa similar para lograr los mismos resultados en prótesis de cadera.
-Actuaciones respecto a la medicina transfusional
Las actuaciones respecto a la medicina transfusional de este centro engloban varios procedimientos, algunos tan sencillos como el establecimiento de una política transfusional restrictiva, las autodonaciones previas a la cirugía o técnicas ya más complejas farmacológicas, anestésicas y quirúrgicas para reducir la hemorragia. Una de ellas es la recuperación: la sangre que el paciente pierde durante la intervención quirúrgica se recupera y procesa en aparatos especiales dentro del propio quirófano y se le vuelve a infundir al paciente.
Otra de las técnicas está relacionada con el empleo de fármacos que estimulan la producción de sangre y que impiden que el paciente llegue anémico al quirófano y por tanto requiera un aporte extra de sangre. El tratamiento con eritropoyetina o con hierro intravenoso en pacientes seleccionados ha demostrado su efectividad para conseguir un aumento del número de glóbulos rojos y reducir así la probabilidad de transfusión sanguínea. La Paz fue un centro pionero al utilizar este método con éxito en niños e incluso en bebés. Actualmente se trabaja en nuevos métodos de monitorización de la coagulación que permitan reducir la transfusión de
hemoderivados y un uso más racional de los mismos.