La Sección de Coloproctología de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía General, Digestiva y Trasplante del Hospital Regional ha adquirido un nuevo equipo para el tratamiento de la incontinencia de gases y heces basado en la estimulación con pequeñas descargas eléctricas del nervio tibial posterior en el tobillo hasta las raíces del sacro. Esto se lleva a cabo colocando una fina aguja en la terminación del nervio a modo de transmisor de la corriente eléctrica que provoca contracciones en la musculatura del esfínter anal, fortaleciéndolo y favoreciendo su control por parte del paciente.
La neuroestimulación se ofrece a los pacientes con incontinencia por la pérdida de funcionalidad del esfínter anal que no consiguen mejorar su situación, a pesar de someterse a tratamiento farmacológico, ejercicios de rehabilitación y una dieta adecuada. En algunos casos, antes de iniciar estas medidas terapéuticas, los pacientes precisan una cirugía correctora de un defecto anatómico previamente estudiado.
Para iniciar esta terapia, el esfínter ha de estar en buen estado desde el punto de vista morfológico, si bien su musculatura laxa impide su función. Esta laxitud puede ser consecuencia de una patología, así como de una intervención quirúrgica y, en el caso de las mujeres, de una cirugía pélvica o tras varios partos.
El tratamiento con neuroestimulación se desarrolla en sesiones de media hora, es mínimamente invasivo, ambulatorio y no supone dolor para el paciente.
Este procedimiento tiene lugar en diferentes ciclos durante un período mínimo de nueve meses, aproximadamente, tras el cual el paciente puede recuperar el control de su musculatura. En este tiempo el paciente ha de realizar ejercicios de rehabilitación en domicilio y seguir las indicaciones dietéticas del especialista que favorezcan la retención de las deposiciones. Su evolución es valorada por el especialista de acuerdo a pruebas diagnósticas realizadas, así como a un autorregistro que cumplimenta el paciente sobre su actividad intestinal y calidad de vida.
La neuroestimulación se lleva a cabo en el complejo hospitalario desde el mes de marzo y la previsión de los especialistas es que una quincena de pacientes al año pueda beneficiarse de este tratamiento.