El Huerto de Lucas, un nuevo mercado de abastos orgánico en el centro de Chueca

Por Graciacardona @diarioDESIGN

En pleno barrio madrileño de de Chueca se encuentra este novísimo mercado de comida orgánica diseñado por el estudio madrileño de arquitectura More&CoEl Huerto de Lucas es una plaza de abastos tradicional en la que todos los puestos han sido cuidadosamente seleccionados y en los que solo se venderán productos 100% orgánicos de la más alta calidad.

Una panadería, una charcutería, un puesto de frutas y verduras, una carnicería-pollería, un puesto de germinados y zumos, otro de cafés y tés y hasta una heladería se reúnen en este renovador espacio de más de 450 metros cuadrados, dedicados al cuidado de la salud y el medio ambiente a través de la alimentación.

Se suma a la oferta un puesto de “temporada” y una tienda de producto seco. También hay un hueco reservado para los mercadillos pop-up y una biblioteca family friendly. El espacio incorpora también una cantina orgánica a cargo del conocido chef Javier Muñoz-Calero -autor de por ejemplo MuñocaPerrito FalderoTartan Roof. Sus platos podrán disfrutarse en el propio mercado o en su versión take away.

Asimismo, a través de una programación de vanguardia auspiciada por la Dra. Pilar Muñoz-Calero -directora de la Fundación Alborada, dedicada al desarrollo y divulgación de la medicina ambiental y al tratamiento de enfermedades como la Sensibilidad Química Múltiple- el espacio supondrá una plataforma de promoción de una nueva cultura medioambiental en forma de exposiciones, charlas o talleres.

A través del diseño bio-saludable y la construcción libre de tóxicos, la arquitecta Paula Rosales, al frente del estudio More&Co, ha concebido un lugar único en España y 100% saludable. Un oasis urbano en el que los visitantes disfrutan de una experiencia cercana a la naturaleza. El jardín vertical de la entrada y las plantas colgantes del patio interior juegan un papel fundamental en este sentido.

En el proyecto se ha dado preferencia a materiales constructivos locales y se ha recurrido a la reutilización de muchos otros, como el suelo de terrazo que ya se encontraba en el edificio original. Se ha evitado el uso de materiales cuyas emanaciones de productos químicos pudieran ser nocivas para la salud. Ha primado el uso de materiales como el cáñamo, el barro, la madera o la piedra, en una vuelta a lo natural.

A nivel estético la paleta de colores utilizada ha sido neutra y luminosa para dar el protagonismo a los productos de venta en el mercado. Para evitar una visión homogénea y unitaria, se han marcado las separaciones entre los puestos individuales. El zócalo de cada puesto se cubre con azulejo blanco, cada uno con un tamaño y despiece diferente. Sobre cada puesto se coloca un toldo, que además de dar un ambiente acogedor ayudará a controlar el ruido en la sala y se convierten el lámpara por la noche.

En el diseño se ha dado prioridad a la versatilidad, y todos los elementos, tanto materiales como vegetales que se sitúan en el centro de la sala, están pensados para poder modificarse y cambiarse según el uso de la misma: eventos, celebraciones, talleres, charlas, mercadillo, sala de estar, etc.

En El Huerto de Lucas se han minimizado las pérdidas energéticas del edificio mediante los sistemas de ventilación y la orientación del lucernario y de los paneles solares, además de la regulación de la climatización, y el reaprovechamiento del calor emitido por las máquinas refrigeradoras.

La guinda al proyecto la pone un techo móvil de malas madres, una intervención del artista Jerónimo Hagerman y que funciona como una nube vegetal que invade el patio e interactúa con la luz que entra a través del lucernario.

Esta intervención surge de la idea de hacer un jardín suspendido, un techo móvil de plantas que crecen de arriba hacia abajo, y nos hacen cobrar conciencia de nuestra propia existencia anclada al suelo. La obra de Jeronimo Hagerman se desarrolla en torno al análisis de la relación que se da entre el ser humano y lo exterior, poniendo énfasis en como se generan los vínculos emocionales entre el individuo y la naturaleza.

En el proyecto arquitectónico han colaborado también Alicia Velázquez (consultora en diseño dirigido a las emociones), D-Fine (consultores en construcción sostenible) e Ilumisa (consultores en iluminación).

El Huerto de Lucas
Calle San Lucas, 13
28004 Madrid
Tel (+34) 91 513 54 66