Las biografías y los mundos pictóricos de Leonora Carrington (n. 1917) y Remedios Varo (1908-1963) registran una trama de coincidencias y afinidades tan abarcadora y minuciosa que parecería exceder las posibilidades de lo real.
Nacidas una en Inglaterra y la otra en España, pero ambas universalmente reconocidas como figuras sobresalientes de la pintura mexicana, se radican en París en plena juventud y se incorporan al surrealismo.
Leonora vive un intenso romance con Max Ernst y Remedios se casa con Benjamín Peret; en paralelo a la pintura las dos escriben cuentos y relatos.
Al producirse la ocupación nazi parten para México, Leonora en el 41 y Remedios en el 42; unidas por una entrañable amistad, sólo interrumpida por la muerte de Remedios en 1963, desarrollan una vertiente pictórica de cuño surrealista, que Carrington define como recreación "del subterráneo infinito que fluye por debajo de lo racional".
Pero estas "almas gemelas en el arte", en palabras de Remedios, no están solas; la francesa Leonor Fini, nacida en la Argentina el mismo año que Remedios, 1908, también escritora y conectada al igual que ellas con los grandes animadores del surrealismo, compone junto con Leonora Carrington y Remedios Varo una exquisita trilogía de intérpretes inspiradas en la misma partitura: la mágica poesía del subconciente, que imprime en sus obras el sello de una singular afinidad.