Observamos, en primer lugar, que se retoma la trama justo en el punto en que se dejó, pero no por ello faltarán los saltos temporales a los que esta serie nos tiene ya más que acostumbrados: encontraremos los momentos previos a la impactante escena final que no habían aparecido en la temporada anterior, reviviremos la escena misma desde otros puntos de vista y seremos testigos además del después, y de cómo todo se va desenvolviendo poco a poco. Sin duda, estos saltos aportan gran dinamismo a la trama y, gracias al buen uso que se hace de ellos, guían al espectador por un camino muchas veces confuso, aportándole solamente la información precisa para que sea capaz de crear sus teorías, en ocasiones infundadas, producto de la confusión creada por el director.
Por otra parte, el final de este primer capítulo ha sido el empujón definitivo que necesitaba How to get away with murder para engancharnos a todos; al igual que en temporadas anteriores, parece ser que en esta tercera tendremos también una primera parte que servirá de precedente para ese gran hecho, en parte desvelado y en parte también por descubrir, que servirá de punto de inflexión hacia una segunda mitad que seguro se tornará mucho más cruel y oscura que la primera.
En conclusión, un primer episodio que ha conseguido dejar a los espectadores completamente intrigados, abriendo esta tercera temporada que promete tanto misterio, intriga y emociones (o más) que las dos anteriores de forma espectacular; será difícil que los siguientes capítulos se mantengan a la altura de éste, pero apuesto a que los creadores sabrán con qué sorprender al espectador. No hay aún fecha de estreno prevista en España, pero en AXN tenéis toda la información relacionada con la serie.