El Impostor. Collage A3.

Por Víctor José Guindo Singh



“... Este sueño continúa más allá  del momento repetido una  y otra  vez  donde se interrumpe, lo sé... y  esta  noche  quisiera creer que sobrepasará el punto crítico porque todo se  desarrolla de  una forma muy especial; no es que el escenario o los  sucesos se hayan ordenado de una forma diferente; no es que falte ni  que sobre  cosa  alguna...  es sólo que puedo escucharlo  todo  a  mi alrededor...: El gorgoteo de los líquidos, el quejido femenino de las  copas  al entrechocar... risas y pedazos  de  frases...;  la música  de la victrola, romántica. La butaca, reservada para  mí, espera que la ocupe... Ella aparece junto a mí, comprendo que  es sólo por mi causa que ha venido...; quiero escuchar sus palabras y ver el deseo que hay en sus ojos... Sus labios se abren pero no la  escucho... Todo adquiere un ritmo vertiginoso, ella no  está; veo la silueta, la cara, los ojos, el odio del hombre que está  a pocos  pasos  de  mí. Nada se mueve, como  una  foto  fija...  Un destello comienza a florecer lentamente del lado del hombre, y la flor de fuego, madura, expulsa un fruto pequeño, negro, que viaja hacia mi ojo derecho agrandando cada vez más su tamaño hasta  que no  lo veo más..., y me siento cansado, cada vez más  cansado,  y quiero dormir; siento como el ojo izquierdo se va cerrando lentamente  y  todo el escenario con las cosas y las gentes y  aun  el sonido se van diluyendo dentro de una bruma lechosa...” (Fragmento de la Short Story “El Impostor”; Autor, V.J. Guindo.S.)