Pocas veces un libro resulta tan logrado como para proveer un goce extremo para los sentidos y el intelecto a la vez. Sin embargo El mundo en el que vivo (The World I Live In) reúne las cualidades de ese tipo de literatura que nos cautiva por la sutileza de una prosa muy a menudo en el umbral de la poesía y nos adentra a un tiempo en un universo sensual insospechado.
Pero el libro, un ensayo que describe las posibilidades sensoriales del ser humano, estimula, además, nuestra reflexión sobre la relación entre la experiencia empírica-sensible y la mente, la imaginación y el pensamiento concreto y abstracto. Una obra de estas características sólo puede ser fruto de un cerebro y una sensibilidad privilegiados, con una capacidad extraordinaria para la observación y el aprendizaje, de una inteligencia capaz de relacionar extremos imprevisibles para los mortales más comunes.
Dotada por naturaleza de todas estas capacidades, Hellen Keller (* Tuscumbia -Alabama-, 1880; + Easton, Connecticut, 1968) alcanza un grado más afinado aún de todas ellas por las específicas condiciones que le tocó vivir: sordo-ciega desde que tenía diecinueve meses debido a una grave enfermedad, desarrolló un carácter asocial, salvaje y rebelde hasta que, con siete años, comenzó a ser educada personalmente por una especialista, Anne Sullivan, que el Instituto Perkins para ciegos proporcionó a la familia. Esta carencia de dos sentidos, a los que se añadía el de la mudez derivada, agudizó su inteligencia y desarrolló mucho más intensamente las oportunidades de conocimiento que le ofrecían el tacto, el olfato y el gusto, y la dotó de una aptitud sublime para percibir el mundo a partir de la información que éstos le proporcionaban, así como para establecer relaciones de significado y de sentimiento sorprendentes para un vidente.
Tras la lectura no es una exageración concluir que la autora tiene un don especial para el lenguaje poético, en tanto que su capacidad asociativa y sensible le otorga una peculiar facilidad para la metáfora.
Dividido en quince apartados, Keller nos describe de qué manera ella se fue haciendo la idea de nuestro mundo -el que habitamos todos- a partir de los tres sentidos de que disponía y nos hace comprensible el proceso de manera progresiva. Empezando por la percepción a través del tacto y siguiendo por las implicaciones relativas al olfato, los capítulos se suceden creciendo progresivamente el nivel de complejidad temática y su dimensión poética, para culminar con el último, en el que nos ofrece un largo y bello poema, que cierra el libro. Así, a partir del capítulo 9: Las visiones interiores, Analogías en la percepción del sentido, Antes de que el alma despertara, Las máximas sanciones, El mundo de los sueños, Los sueños y la realidad, Un ensoñación, Un canto de tiniebla.
Especialmente interesantes y bellos son los que tratan el universo onírico, donde se despliegan paisajes enormemente sugerentes y sensuales, llenos de color. Debemos concluir que Albert Einstein tenía razón cuando afirmaba: "Cuando examino mis métodos de pensamiento llego a la conclusión de que el don de la fantasía ha sido más significativo para mí que mi talento para absorber el conocimiento positivo".
El texto es de carácter filosófico en tanto que nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre en qué medida los sentidos pueden ser engañosos, cómo intervienen en la creación de la conciencia, cómo nos creamos la imagen de las cosas, cómo surgen las ideas, cómo aprehendemos la abstracción. Con razón, el libro alude con frecuencia a la mentalidad obtusa de la ciencia de su tiempo (aún vigente), escéptica, que negaba el aprendizaje cabal de los ciego-sordos, desoyendo y despreciando su propia experiencia.
Culta como era, el libro está lleno de alusiones a autores y personajes literarios, a pensadores y científicos. Keller, escritora y oradora brillante, y pionera en su lucha por obtener el voto femenino en la sociedad de su tiempo, luchadora por los derechos civiles y comprometida políticamente con el socialismo, es un personaje prominente que hay que conocer. El libro, con el título El món on visc, ha sido publicado en catalán este año por Viena Edicions. De la misma autora se ha publicado también La historia de mi vida (Ed. Renacimiento, 2012, Ebook)
Hellen Keller
El mundo en el que vivo
Traducción de Mª del Carmen Pasman
Ediciones Atalanta, Girona, 2012.
Última actualización de los productos de Amazon en este artículo el 2021-02-28 / Los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados.