En el estudio participaron 52.610 hombres y mujeres que contestaron por escrito a un cuestionario en el que se les preguntó con qué frecuencia tuvieron dificultad para dormirse, con qué frecuencia se despertaron y no pudieron volver a conciliar el sueño, y con qué frecuencia se despertaron con la sensación de que habían dormido mal.
Tras 11 años de observación de los participantes de la investigación, los científicos encontraron que para los sujetos que sufren dificultades para conciliar el sueño el riesgo de padecer un infarto de miocardio aumenta en un 45%. Recomiendo leer el articulo (30 minutos de ejercicio al dia pueden hacer la diferencia)
El porcentaje desciende al 30% en las personas con problemas para permanecer dormidas y al 27% en el caso de aquellos que se despiertan cansados.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores tuvieron en cuenta distintos factores de estilo de vida y salud, como la masa corporal y presión arterial.