Sobre el llamado Internet oculto se está escribiendo mucho en las últimas semanas, máxime cuando el más famoso navegador, TOR, es objeto de numerosos ataques y descifrados con la finalidad de hacerlo vulnerable.
Hay que decir varias cosas al respecto: TOR siempre fue vulnerable, al menos por dos vías: por la acción directa de los cuerpos de seguridad de los Estados y, por la vigilancia prioritaria de estas fuerzas sobre las redes establecidas en TOR. Por otra parte, cualquiera que utilice este sistema envía una señal a los equipos de monitoreo institucionales, deja un rastro, queda señalado. Es cierto que delincuentes de variopinto pelaje utilizan el navegador para tratar de preservar su anonimato; pero es mero camelo. Si no son capturados es debido a la falta de recursos policiales suficientes para controlar la delincuencia en Internet. En paralelo existen otros sistemas menos conocidos, e igualmente hay un Internet innacesible, exclusivo para fines militares y alta investigación.
Lo importante es saber que para realizar cualquier actividad legal y sin ánimo de delinquir, no es necesario utilizar sistemas opacos o diseñados con propósito de burlar los controles y la vigilancia. Internet no es un ámbito privado. Esto es más evidente en las redes sociales. Todos dejamos una huella digital imposible de borrar. Y existen mecanismos legales de protección y programas informáticos avanzados.
Yo me declaro contrario a estos sistemas de navegación. ¿Por qué? Por una razón: no aportan realmente nada útil para la convivencia pacífica y tampoco implican acceder a información realmente relevante, al menos para la mayoría de los usuarios. Entiendo que determinados profesionales salvaguarden su identidad utilizando plataformas seguras; pero Internet no puede convertirse en una red que ampare el delito, una selva donde sea imposible perseguir a los delincuentes y a los agentes del mal. En Internet cabe la libertad, por supuesto, pero dentro de unas normas.
Si usted quiere la red para obtener beneficios de cualquier naturaleza y de modo ilegal, entonces usted está contribuyendo al crecimiento y fortalecimiento del mal en el mundo. Internet es un mundo virtual de ilimitadas posibilidades. Por tanto su control es necesario.