La ansiedad y el estres pueden causar puntos negros y granitos, porque el acné está ligado a las funciones hormonales, a las bacterias, al mal funcionamiento de la piel, a las glándulas sebáceas y a los ovarios poliquísticos. Los granitos y espinillas no son exclusivos de la adolescencia: pueden surgir en la vida adulta. Por eso, la limpieza de la piel con un jabón para piel grasosa es la respuesta a los primeros síntomas del problema y si éste no resulta los medicamentos con base en ácido de isotretinoína, son los indicados. En el reciente Congreso de la Academia Estadounidense de Dermatología (realizado en Miami en marzo de este año), el láser fraccionado fue considerado como la última novedad para el tratamiento del acné. Este esta indicado pero sólo después de que el tratamiento contra la inflación de los granitos haya mostrado buenos resultados. El láser actúa sobre fracciones de la piel, dejando pequeñas áreas intactas y facilitando la cicatrización. Los láser más usados son el láser de erbium fraccionado y el Co2 fraccionado. La eficacia del tratamiento es de un 80%, y el costo puede variar de uno a tres salarios mínimos en cualquier país de América Latina.