La primera parte constituyó una montaña rusa de emociones.
En los primeros dieciocho minutos del partido el Valladolid había fallado un penalti y el VAR anuló (con gran acierto) dos goles a los locales, denostando una imagen muy pobre de los de Solari. En el veintinueve Anuar consigue el ansiado gol que buscaban los locales. El Valladolid se ponía 1-0 y dejaba al Madrid muy tocado.
Cinco minutos le duró la alegría a los de Zorrilla.
En un saque de esquina y tras varios rechaces, Masip no acierta en el despeje y Varane caza la pelota suelta que solo tiene que empujar a puerta. 1-1 y a partir de ahí se vio a un Real más sereno y con mayor control del partido.
La segunda parte empezó de la misma manera que la primera; El Valladolid echado hacia delante hasta que un doblete de Benzema, primero de penalti en el minuto cincuenta y después de cabeza en un remate al córner sacado por Kroos, terminaron de hundir a los locales.
El resto del partido tuvo poca trascendencia.
Casemiro se 'autoexpulsó' en el ochenta colocándose delante del balón, y obstruyendo el saque de una falta. Modric, -el único destacable en los últimos partidos de los blancos- marcó el cuarto gol en el ochenta y cuatro. A partir de ahí, los cambios de Varane y Reguilón por Vallejo y Marcelo, cerraron un partido que podría ser el último del entrenador argentino, Santiago Solari.