el making of de la boda de ana y carlos

Por Patriciaderosas @derosasybaobabs

Una buena forma de comenzar el año me parecía mostraros las fotos que nunca veis. La parte más sincera del blog; porque para llegar a un resultado bonito hay que pasar antes por unos trámites menos atractivos pero necesarios.

La boda de Ana y Carlos fue preciosa. El lugar no podía tener más encanto para una fiesta campestre y todo lo que me pidió Ana encajaba por completo con mi forma de pensar así que me esforcé por obtener el resultado que ambas esperábamos. Si no recordáis la boda, podéis volver a ver el resumen aquí.

Y ahora viene lo bueno…cómo llegamos a todo?

El montaje de eventos no difiere tanto de la arquitectura. Y si no, preguntadselo a Macarena Gea que diseña unos momentos increíbles en Bodas y algo más.

Aquí, la ingeniera inspeccionando la estructura…aguantará la rama nuestro columpio?

Es importante tener un buen ayudante para las tareas más arduas….

Aunque a veces te las tienes que apañar tú misma. Y que viva el glamour! Look post-playero y lijadora en soporte de tabla de planchar. Qué profesional!

Las fotos son terribles…pero nunca tuvieron la finalidad de acabar aquí!

Si a la niña de Master Chef ayer le regalaron un kit de pesca, a mi tendrían que regalarme un bono regalo del Leroy Merlin.

Una vez cortado, hay que hacer pruebas de tipografía.

Ahora a empezar a discurrir cómo estabilizar lo diseñado, porque el papel lo aguanta todo pero la realidad no. Lo dicho, como una pequeña obra.

Días antes del evento, prueba de carga in situ. Y la novia para dar el visto bueno.

El temido momento del traslado. Que no nos paren, que si no…

Y por fin llega el día. Desde muy prontito comienza el trabajo.  El hombre del tiempo ya lo había anunciado y no se equivoca. Llueve y llueve. Y yo tengo que cortar ramas y ramas. Y montar cosas, y subirme a escaleras…y después asistir a la boda sin que parezca que he salido de un barrizal. Todo controlado, las fotos que no falten.

Prueba superada. Nadie diría que cinco minutos antes la biblioteca de la casona se convertía en el camerino de los hermanos Marx y enchufábamos las planchas del pelo al alargador industrial de la cortadora del césped.

Ya veis que tras un evento hay mucho trabajo, muchas ganas y sobre todo, ilusión. Me encantan las bodas. No sabéis las ganas que tengo de que llegue la siguiente…

···patricia···