La Sección de Neurocirugía Pediátrica del Hospital Materno Infantil de Málaga, integrada en la Unidad de Gestión Clínica de Neurociencias, ha llevado a cabo, por primera vez en el centro, una cirugía mínimamente invasiva para el tratamiento selectivo de la espasticidad cuando ésta afecta a las piernas de niños con parálisis cerebral. La espasticidad es un trastorno motor del sistema nervioso que se manifiesta en una rigidez muscular extrema y permanente que puede llegar a provocar la pérdida total de movimiento.
La intervención - denominada rizotomía dorsal selectiva- tiene una gran dificultad técnica, supone un gran avance para el tratamiento de la espasticidad de miembros inferiores y requiere la participación de neurofisiólogos con experiencia, tanto para el estudio del paciente previo a la intervención como para la monitorización del sistema nervioso durante el proceso quirúrgico.
El objetivo es reducir la espasticidad de los miembros inferiores sin alterar la sensibilidad y la fuerza, para permitir caminar a aquellos pacientes que tienen fuerza en las piernas pero a los que este trastorno les impedía hacerlo. Además de mejorar la movilidad y reducir o eliminar el dolor que produce la contractura exagerada de los músculos de las piernas, la técnica evita dañar las raíces nerviosas del esfínter urinario.
La rizotomía dorsal selectiva es una técnica de probada eficacia para determinados pacientes. Se trata de una técnica que se está empezando a introducir en España con indicaciones muy concretas. Tanto es así que la Unidad multidisciplinar de Espasticidad Infantil, formada por rehabilitadores, neurocirujanos, neurofisiólogos, neuropediatras, traumatólogos y anestesistas pediátricos, se encarga de valorar qué pacientes pueden beneficiarse de esta cirugía de columna.
Esta novedosa técnica mejora mucho la calidad de vida del paciente cuando este está muy bien seleccionado, de ahí la importancia de contar con un equipo multidisciplinar para la valoración de cada caso.
En términos generales, los requisitos que a priori deben cumplir estos pacientes para someterse a la intervención son tener más de dos años de edad y sufrir una espasticidad de predominio en miembros inferiores causada por un daño cerebral perinatal. Esto supone que el 5% de las personas afectadas por espasticidad podrían someterse a esta cirugía.
-Una técnica compleja
La técnica quirúrgica consiste en ir identificando, mediante técnicas de neurofisiología, las raíces de los nervios que están dañadas –y que a su vez son las responsables de la contractura y rigidez muscular- y liberarlas procediendo a la sección de las mismas. Las raíces nerviosas, sensitivas y motoras, identificadas como sanas, se respetan para garantizar y preservar la movilidad y sensibilidad de los miembros inferiores.
La cirugía se realiza sobre la columna vertebral, en concreto a nivel de la primera vértebra lumbar, sobre una superficie de dos centímetros con técnicas de cirugía mínimamente invasiva.
La técnica tiene grandes ventajas para el paciente pues, además de las ya conocidas de la cirugía mínimamente invasiva –mejor post-operatorio, dolor bien tolerado y menos días de ingreso hospitalario-, conlleva un menor riesgo de deformidad de la columna y permite reducir la contractura de las piernas, sin alterar la fuerza y sensibilidad al respetar las raíces nerviosas que no están dañadas.
Los pacientes son valorados inicialmente por la Unidad de Gestión Clínica de Rehabilitación donde reciben tratamiento integral para la espasticidad de los miembros inferiores. En los casos de no respuesta al tratamiento, la Unidad multidisciplinar de Espasticidad Infantil valora la indicación de rizotomía, siendo uno de los principales criterios de selección la posibilidad de mejorar la calidad de vida del paciente.
En pacientes en los que se estime que esta intervención no va a producir una mejora evidente de su situación clínica, los traumatólogos pediátricos emplean otros procedimientos ortopédicos que buscan mejorar su estado.
El Hospital Regional de Málaga se encuentra entre los primeros centros de España en utilizar esta intervención para el tratamiento de la espasticidad, que ha sido desarrollada e implantada en el centro a través de la Unidad de Espasticidad Infantil y, en concreto, gracias a la implicación de neurocirujanos y neurofisiólogos que han culminado su formación en esta técnica en los dos países con mayor experiencia, Estados Unidos e Italia.