- ¿Cómo está, Don Nicolás?- Pues aquí, Doctora, a repetir...- ¿Pasó por la consulta de E9 esta mañana al control de la tensión?¡Ah, sí! Ya veo aquí que la tiene un poco alta...- Bueno, ya sabe, Doctora, que estas fechas son fechas de mucho trabajo para mí y los años pesan...- Lo que pesa son los kilos, Don Nicolás, que, si bajase un poco de peso, tendríamos controladas la tensión y el azúcar.- Ya...pero es que no tengo voluntad. ¿Sabe usted lo que es vivir rodeado de caramelos y dulces todo el día?- Pues tiene que tenerla, Don Nicolás, que el azúcar es un veneno lento que se va comiendo todo. Y dice E9, que pasa usted ya de los 120 kilos.- Es que...como dejé de fumar...cogí peso.- Don Nicolás, no me cuente milongas, que nos conocemos...¿Sabe lo que vamos a hacer? Después de navidades, se viene usted y nos ponemos en serio con la dieta.- Y ¿qué va a ser de mi trabajo? ¿Papá Noel delgadito? ¿Dónde se ha visto? Puede ser mi ruina...- Pues se pone usted un cojín, como hacen todos los de los centros comerciales. La salud es lo primero.- No, si el mote de Jomeini está bien elegido...- ¿Cómo dice?- Naaada, que nos vemos después de navidades. Se salva ésta de que le dejan los regalos los Reyes Magos...
Basado en el artículo del BMJ "Reflections of Father Christmas´ GP", que leí gracias a @monicalalanda