Tenemos un amplio catálogo de arte en el que elegir, y no sólo me refiero sólo al arte cotidiano que conocemos, con tipologías y géneros aptos para todos los gustos, así que, ¿por qué no aprovecharlo? Viene bien recordar de vez en cuando cuál es nuestro mejor, sobretodo cuando por falta de tiempo o ganas perdemos de vista el placer que nos reporta leer un buen libro, relajarnos ante un cuadro o rememorar un sentimiento gracias a una canción. ¿El arte se ha dejado de apreciar o quizás ya no tiene valor? Sea lo que sea que pueda ocurrir con la música, el cine, la literatura o la pintura, está claro que nunca podrán pasar de moda y que siempre nos acompañarán nuestros favoritos inolvidables, aquellos que nos impactaron y que al fin y al cabo: son una parte más de nuestra personalidad.
OBRA ARQUITECTÓNICA: El coliseo.
CUADRO: Ofelia, de Millais (movimiento Prerrafaelista). SERIE: Juego de Tronos (también extrapolable a la literatura). LIBRO: Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. PLATO/ PIEZA DE GASTRONOMÍA: Tartas de Mama Framboise. VESTIDO/ DISEÑO: Vestidos de Elie Saab. PELÍCULA: Amelie, de Jean Pierre Jeunet. OBRA DE TEATRO/ MUSICAL: El Rey León. CANCIÓN: Con las ganas, de Zahara.
Estos son algunos de los míos, ¿motivos? Emocionales, irracionales o simplemente cuestión de gusto. ¿Tenéis alguna preferencia o una lista de favoritos?
Hubiera dado el mundo por haber tenido valor para decir la verdad, para vivir la verdad. (Orgullo y Prejuicio)
xoxo
Nerea.