EL MEJOR DE LOS MÉTODOS (1a. parte)

Por Virginia Picó

Todo el mundo cree saberlo todo para llevar una vida más satisfactoria y parece ser que cualquier método o consejo son, a priori, más que conocidos y de sentido común.  Y yo les diría a todos los que piensan así que tienen razón! Pero muchas veces el sentido más común es el menos común de los sentidos…

Se entiende por sentido común todo aquello que es adecuado hacer, pensar o decir en situaciones concretas, aunque esto no implique necesariamente que esa acción, pensamiento o frase dicha sean las correctas. Y  siendo conscientes que la mayoría de reflexiones sobre la gestión cabal de nuestra vida solo pretende sernos de utilidad para movernos por la vida con mayor control y eficacia, no somos capaces de llevarlo a la práctica por nuestro déficit de valores, sobretodo la constancia y el compromiso con nosotros mismos.

Antes que admitir que no tengo el suficiente amor propio, valor y coraje para cultivar la paciencia y la perseverancia para obtener los resultados óptimos, preferimos escudarnos en absurdas argumentaciones demagogicas negando cualquier aportación efectiva que nos ofrece cualquier disciplina orientada al cambio psicológico y conductual de la persona.

Pretender exponer en este artículo los puntos clave para pasar a la acción es muy presuntuoso, pero, aún así lo voy a hacer. Formularé esas ideas que todos los que tenemos sentido común las hemos pensado alguna vez y sin embargo, otros muchos/as no las han puesto en práctica.

Sin acción el cambio es imposible!

1- Tengo buenas ideas, soy la persona más original e imaginativa del mundo : me parece estupendo, tienes un gran potencial  pero sólo forma parte de la mitad de la ecuación del éxito. La otra mitad es la acción, es decir, realizarlas. Una persona con una idea mediocre pero con valores cómo el tesón, la motivación y el trabajo obtendrá mejores resultados que cualquier otra persona que tenga magníficos proyectos y no tenga la capacidad de llevarlos a cabo.  Este tipo de persona utiliza frases tipo : “Yo, estoy lo puedo hacer mejor que él/ella”, “Si yo quisiera sería más bueno que él/ella” “Tengo muchísimas ideas para poner un negocio”

2- Me siento seguro/a en mi zona de confort : descubrir a estas alturas que mantenerte en tu círculo de confort te convierte en un ser inerte y acobardado está de más…. Tal como dijo Schopenhauer “el destino mezcla las cartas y nosotros las jugamos”, el azar rige nuestras vidas y nosotros podemos elegir cómo transitar por ella. Todo cambia, nada es perpetuo.  La vida se trata de vivirla cómo deseamos no cómo quieren que la vivamos. Si no te sientes cómodo/a en tu relación de pareja, haz algo para cambiar la situación; sientes que tu trabajo te ahoga, corre algún riesgo para mejorarlo; te sientes estresado/a en tu entorno familiar, pon tus propios límites! Cuántas más decisiones tomes para cambiar ámbitos de tu vida que te hacen infeliz comprobarás que no es tan difícil salir de una situación perjudicial y elevarás progresivamente tu autoestima y seguridad en ti mismo/a al verificar que tienes la capacidad de poderlo cambiar!

3- Me dicen que soy quejica : cada vez hay más personas proclives al victimismo, altamente susceptibles y con poca tolerancia a la frustración.  Aquel tipo de personas (quizás conozcas más de una) que se consideran víctimas de las circunstancias : la culpa es de la familia, del jefe, de la sociedad, de los demás… Todos tienen la culpa menos ellos! Aquellos individuos con poca consciencia de sí mismos, que no son capaces de enfrentarse a situaciones complicadas, que intentan evitar el dolor y justifican continuamente su inacción.

Mientras no asuman su responsabilidad ante las circunstancias de la vida y sigan creyéndose víctimas de un destino terrible, nunca serán felices y poca felicidad pueden ofrecer a los que les rodean.

4- Complacer a todo el mundo para sentirte aceptado : cuántas personas invierten más tiempo del que tienen y más energía de la necesaria para intentar complacer a los demás y así sentirse más valorados, queridos y aceptados.

Es bien sabido que es imposible gustar a todos, ayudar a todo el mundo y “quedar bien” con los demás. Incluso haciendo lo imposible por el otro siempre habrá alguna persona que te exigirá más provocando el efecto contrario al que buscabas, es decir, frustración y amargura. No quiero repetir lo mismo, pero… es que es la verdad!!! Eres tú el que debes valorarte, aceptarte y escuchar a tu consciencia interna que te dictará cuándo haces bien o cuando debes mejorarte.

Para aceptar la aprobación y el rechazo de los demás se debe fortalecer la autoestima y la confianza en uno mismo.

Tal como dijo el Nobel de física Richard P. Feynman – “No tengo la responsabilidad de ser como los demás esperan que sea. Es su error, no mi defecto”-.

Virginia Picó
Psicoterapeuta, Coach en Desarrollo Personal y Relaciones Afectivas, Kinesióloga

Fuente : Hazlo, no lo intentes! A. Alcalá