El cáncer de piel es uno de los más frecuentes entre los jóvenes que no llegan a los 30 años de edad. Estudios recientes indican que aumenta nada menos que en un 7% su incidencia en España.
Estos resultados indican que no se han llevado a cabo medidas de prevención realmente eficaces para luchar contra el melanoma, por mucho que se hagan cada año campañas de información y que aumenten las ventas de cremas solares con factor de protección.
Hay que tener en cuenta que el melanoma es un tipo de cáncer que si no se detecta a tiempo evoluciona muy mal y hace aparecer una metástasis que hacen que a los 5 años no haya prácticamente supervivencia. Este tumor se ha demostrado muy maligno y la metástasis es muy rápida. Hay que vigilar, por lo tanto, las manchas marrones o negras que nos aparezcan en la piel y sus posibles cambios de forma, color y tamaño que se pueden producir en muy poco tiempo.
El factor que nos hace padecer un melanoma es esencialmente la radiación ultravioleta, tanto del sol como de las cabinas de rayos UVA. Hay que tener en cuenta que la piel tiene memoria y que tenemos más posibilidades de tenerlo si hemos tenido una quemadura solar en la infancia. Afortunadamente los médicos actualmente tienen a su alcance herramientas para diagnosticar los melanomas a tiempo y si se operan en ese momento los resultados son óptimos en la mayoría de los casos, sin necesitar siquiera radioterapia o quimioterapia.
Los especialistas recomiendan hacer una revisión una vez al año o incluso más a menudo si se tienen antecedentes de melanoma o factores que aumenten el riesgo de padecerlo.