Sitios que facilitan la compra de, por ejemplo, metilfenidato -utilizado para tratar el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)- y otros psicofármacos con capacidad adictiva por internet sin receta.
Claro que las policías del mundo tienen un conflicto de interesas brutal pues al tiempo que persiguen a quienes trafican de manera ilegalcon los fármacos de Big Pharma -la gran industria farmacéutica- no pueden evitar el conflicto entre las farmacéuticas y tanto las instituciones sanitarias como la Drug Enforcement Administration (DEA) de Estados Unidos, la agencia del control de drogas ilegales. En el centro de la cuestión está el control del metilfenidato y otros estimulantes que son objeto de abuso. Como publica The New York Times, las compañías farmacéuticas tratan de maximizar sus ganancias y los agentes de control de drogas tratan de minimizar el abuso por parte de personas, estudiantes universitarios, muchos de ellos, que utilizan los medicamentos para drogarse o estar despiertos toda la noche. El uso de estupefacientes legales, fármacos, se ha convertido en un problema de salud pública. A tenor de lo que cuenta dicho diario, en EE.UU. las farmacias se vacían de pastillas como Ritalin o Adderall. Hacen falta más. Eso o que los fabricantes de estos medicamentos, algunos de los cuales han suscrito el acuerdo con la Interpol que comentábamos ayer, no fabrican las suficientes unidades de sus genéricos para que se compren más los de marca, mucho más caros. ¿Se entiende ahora por qué en Big Pharma están tan preocupados porque se vendan copias de sus fármacos en Internet? Pierden mercado. Lo más preocupantes es que el metilfenidato es similar en acción a la cocaína y no hay estudios de medio a largo plazo que demuestren su efectividad y su seguridad. Muchas personas lo consumen durante años. Está claro que es legal drogar a niños con sustancias de igual acción que otras que si sus padres traficaran con ellas sería ilegal.