El artículo El método de la mano ha sido publicado en el portal Dietistas-nutricionistas, portal de nutrición.
El poder de alimentarte bien está en tus manos, y nunca tan bien dicho. Sabemos que hay que alimentarse de forma sana, es decir, hay que comer variado, todo ello en sus cantidades adecuadas, pero muchas veces nos preguntamos: ¿Dónde hay que limitar la cantidad de un alimento?
Anteriormente os hablé de “El método del plato” que consiste en repartir de forma saludable los alimentos de cada comida principal (almuerzo y cena) de la siguiente manera: la mitad de un plato debe contener verdura, ya sea cocida o cruda (se recomienda ir variando) y la otra mitad restante debe dividirse a la vez en dos partes más, obteniendo dos cuartos del plato, cada uno de los cuales debe contener carbohidratos y proteínas respectivamente.
Ahora bien, si queremos ser más específicos y adaptar la cantidad de los alimentos según nuestra constitución física, podemos utilizar otra herramienta sencilla y práctica llamada “El método de la mano” y es que nuestras manos suelen ser proporcionales al tamaño de nuestro cuerpo, resultando curiosamente una buena guía para orientarnos sobre la cantidad de alimentos que debe ingerir cada uno.
Hay que tener en cuenta que, en lo general, una persona adulta tiene las manos de mayor tamaño que las de un niño, y de la misma manera, un hombre tiene las manos más grandes que una mujer, y es aquí donde juega un papel muy importante la constitución corporal de cada individuo. Todo se resume en esta regla de tres: a más grande es nuestro cuerpo, mayor gasto energético tendremos, por lo que necesitaremos mayor cantidad de energía y alimentos.
Frente la duda sobre qué cantidad de cada grupo de alimentos debemos ingerir, bastará con fijarnos en el tamaño de nuestras manos:
- Verduras: tanto crudas como cocidas, deben ocupar el espacio que incluyen las dos manos juntas en forma de cuenco.
- Hidratos de carbono: este grupo de alimentos incluye la pasta, el arroz, la patata y el pan, y la cantidad que le corresponde es el puño cerrado.
- Proteína: cuando nos refiramos a un filete de carne o pescado, habrá que escoger el que sea del tamaño de la palma de la mano, que va desde la muñeca hasta dónde empiezan los dedos. El grosor de la pieza debe ser más o menos el del dedo meñique.
- Legumbres: su contenido nutricional destaca en proteínas de alta calidad biológica aunque resultan también una buena fuente de hidratos de carbono, por lo que podrás contarlo como aporte proteico o como aporte de hidratos de carbonos.
- Frutas: toda la que quepa en una mano abierta en forma de cuenco.
- Quesos: un pedazo de queso no debe ser superior al tamaño que ocupan, tanto a lo ancho como a lo largo, los dedos índice y corazón juntos.
- Grasas y azúcares: la proporción de grasas (mantequilla y aceite) y azúcares debe limitarse al tamaño de la primera falange del dedo índice, es decir, el segmento dónde este dedo se dobla por primera vez.
- Además, los cinco dedos nos recuerdan que hay que realizar cinco comidas al día e ingerir cinco raciones diarias de frutas y verduras. Para disfrutar de una buena salud y sentirse con una actitud positiva y enérgica, es imprescindible alimentarse de forma equilibrada, aportar variedad y color a los platos y comer “según el tamaño de tus manos”.
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