Es paradójico, pero los mayores boicoteadores de nuestra felicidad somos nosotros mismos. Sabes lo que quieres, sabes lo que necesitas, sabes lo que no te hace bien, sabes que tienes objetivos, eres consciente que en tu día a día tendrás que hacer cosas por imposición pero que te quedan muchas horas para poder desarrollar todo lo que quieres hacer y aún así te has vuelto experto en reconocer la obligación, en aplazar tareas, en observar lo negativo.
Si te pasa algo bueno, si algo empieza a ir bien, si conoces a gente amable y buena que te quiere, tu cabeza dirá: “No puede ser, seguro que algo esperan. Algo quieren de mí. No te fíes” Eso es AUTOBOICOT y MIEDO. Si te ofrecen alguna oferta laboral interesante puede que pienses: “No doy la talla. Seguro que me quieren contratar para que lleve a pique la empresa y así tener excusa luego de por qué les fue tan mal y tuvieron que cerrar”.
Si tienes un examen puede que pienses: “No he estudiado lo suficiente, si hubiese empezado a estudiar antes y no hubiese estado perdiendo el tiempo, seguro que podría aprobar. Ya no tengo nada que hacer. No me da tiempo. No valgo para estudiar, soy lo peor”.Alégrate por ti y por los demás. Disfruta de todo lo bueno que te ocurre y mereces. Aprende cuando algo no salga como esperabas. No andes sobre los mismos pasos. No vuelvas hacia atrás. Sigue adelante y sonríe a la vida.