Se desconocen las causas que han provocado la llegada de estos peces, a los que se ha encontrado con sangre en las alas, según contaba el Daily Mirror, pero un experto consultado por este medio advertía de que se podía deber a un estado de desorientación de las rayas como consecuencia de ruidos submarinos y señales eléctricas. «Nunca había visto esto», decía respecto a tamaña aglomeración.
Las rayas son peces muy similares a los peces manta (pertenecen a la misma familia de peces cartilaginosos), pero se diferencian en el tamaño. Mientras las rayas son más pequeñas (su anchura es cercana al metro y medio), los peces manta pueden llegar hasta casi los nueve metros.
Según informa Ma'an News Agency, las rayas varadas pesan casi ochenta kilos y en los mercados locales se venden a poco más de 2 €/kg. «220 rayas han sido arrastradas a nuestra costa y Dios quiera que mañana sean más», relataba el pescador de la franja. «Los peces venían cada marzo, pero es la primera vez que los veo en seis años», dice a la cadena local para explicar a continuación que en la ausencia de estas visitas tenían que traerlas desde Egipto a través de túneles, con gran dificultad por tener que cortarlas en dos además de por su alto precio. «Pero hoy Dios nos ha provisto con ellas aquí», se alegraba.
Fuente: abc