El misterio en la aparente simplicidad

Por Marcelo Caballero

Cuando hablo del misterio de una fotografía no me refiero a cuestiones delictivas o ligadas al terror. El misterio al que me refiero va mucho más allá, por suerte...

New York 1961 © Charles Harbutt

Me gusta ese misterio del porqué me atrapa tanto tiempo una imagen e intento averiguar una y otra vez que es lo que verdaderamente está sucediendo en esa fotografía.

Las Vegas, Nevada 1997 © Jeff Jacobson


Y más, si esa imagen parece tener todo claro, aparentemente. 

© Trent Parke

Podría decir que el misterio se asocia con lo inexplicable y, en muchos casos, son fotografías que no salen de un plan preconcebido.

Valparaíso © Sergio Larraín

Cuando el fotógrafo se deja llevar por el momento, en esa singularidad, aparece algún “error visual” que desemboca en ese misterio que tanto me gusta y que no siempre se encuentra. 

© Lee Friedlander


Soy un convencido que el tiempo redefine la verdadera dimensión del misterio de una fotografía y corre paralelo a lo que el fotógrafo se propuso originalmente.

© Sylvia Plachy


Me atrae lo que nunca se ha visto o cuesta creer que en ese lugar pueda suceder algo así.


New York 1997 © Richard Kavar

 Lo inexplicable en clave humor puede ser un camino aunque más dificil ya que, en general,  fotografías con toque cómico envejecen rápido.

© Tony Ray Jones


Ese delicado momento entre lo que acaba de ocurrir o va a suceder también me seduce y posee esa lectura de misterio que tanto me atrapa.

© Michael Ackerman

“En la fotografía siempre hay un misterio: miramos y somos mirados por ellas. Es algo dialéctico” comenta el fotógrafo argentino Andy Goldstein. “Por otro lado, desarmar la “cara de foto” es la parte más misteriosa que puede haber entre un artista y su obra, es la parte más difícil de poner en acto”. 

© Cristobal Hara

Quizás es allí donde empieza el auténtico disfrute de la fotografía.

 Hasta pronto!
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