También podría haber sido un contricante quien notificase la acción antirreglamentaria. El primero, sin duda, el propio Vergne, que lógicamente guardó silencio por la relación de pleitesía existente entre Toro Rosso y Red Bull. Por no hablar de los comisarios de pista que ocupaban los puestos repartidos por la Reta Oposta, que tenían total libertad para dar la voz de aviso de la infracción. Por último, también podría haberlo advertido algún ojeador de Ferrari e interponer una queja a dirección de carrera. Sin embargo, nadie lo vio. Fue el segundo milagro para Vettel después de su violento choque por partida doble contra el Williams de Bruno Senna en la primera vuelta. El piloto local se quedó en la Descida do Lago, mientras que Vettel pudo cabalgar hasta el final de la carrera.
Lo cierto es que nadie se dio cuenta de que Vettel había logrado el sexto puesto en carrera y el título mundial con una infracción clara y documentada. Pero estrictamente no es tarde todavía, ya que el Código Deportivo Internacional aplicado al automovilismo permite que una parte interesada ponga en conocimiento de la FIA nuevas evidencias que pudieran alterar el resultado de una carrera. Con esas pruebas, la FIA podría actuar de oficio e imponer una sanción a Vettel por la infracción cometida.
Si la Federación recibiese pruebas por parte de una parte interesada, que en este caso sólo podría ser Ferrari, y las estimase oportunos, iniciaría de oficio un proceso de estudio por parte de los comisarios del Gran Premio, que en el momento de publicar estas líneas se encuentran en el avión que les lleva de vuelta a Europa, y las partes implicadas en la acción supuestamente sancionable. Si al cabo de dicho estudio se determinase que Vettel mereció la penalización por ignorar las banderas amarillas, ésta consistiría en añadir 20 segundos sobre el tiempo de carrera del alemán. Así, el piloto de Red Bull pasaría a ser octavo, precisamente a ocho décimas de Jean-Eric Vergne, lo que le daría el Mundial a Fernando Alonso por un solo punto.
Las reacciones de algunos protagonistas o, mejor dicho, directamente afectados por esta acción de Vettel no se han hecho esperar. Así, Fernando Alonso ha lanzado un mensaje alusivo en su cuenta de Twitter: "@alo_oficial: No tengo milagros, yo hago de las leyes correctas mis milagros". También su representante, Luis García Abad parecía referirse a la sanción que no recibió Vettel en carrera con otro mensaje a través de la mentada red social en el que cita a Francisco de Quevedo: "@lsgrcbd: Donde hay poca justicia es un peligro tener razón", ha dicho.
Es fácil adivinar en las palabras de los subcampeones por pilotos y constructores la amargura porque ni los 'banderas' con visión directa ni los del evento con acceso a la sala de cámaras se percataran de esta situación que podría haber cambiado el rumbo del Mundial 2012.
Ahora mismo, existe la posibilidad técnica y real de que Ferrari presente evidencias de la acción antirreglamentaria de Vettel. Sin embargo, no es lo más probable. Aún menos lo es que la FIA las admita a trámite e inicie una investigación con una sanción como colofón. Por más que su adelantamiento pueda ser ilegal y hubiera merecido sanción durante la carrera, difícilmente cambiará el nombre del Campeón del Mundo de 2012, Sebastian Vettel.