¿Le estás dejando en un segundo plano?
Lo habitual es que la organización de la boda recaiga casi en su totalidad en la novia. Incluso cuando la pareja contrata una Wedding Planner, la interlocutora principal suele ser la parte femenina.Y sí, es cierto, a nosotras se nos da bien eso de planificar, organizar, decorar... pero a ellos también. Sólo hay que dejarles la oportunidad de hacerlo.
En muchos casos los novios se inhiben del diseño y organización de la boda aunque les apetezca participar porque, total, como tampoco les van a dejar meter baza, para qué se van a complicar la vida. Y eso de evitar complicaciones y discusiones sí que se le suele dar bien al género masculino ;) De hecho, muchas veces nos quejamos de que ellos pasan de la boda y de que son un poco haraganes, cuando somos nosotras mismas las que les hemos alejado de la preparación.
En general, salvo la elección del lugar de celebración de ceremonia y banquete, el menú y el destino del viaje de novios, que se hace en común; el resto de decisiones sobre la boda las suele tomar la novia. Y eso hace que el novio se sienta como un figurante, en lugar de como un co-protagonista del enlace, que es lo que debería ser.
Beware the "bridezilla"!
Hay veces en las que las novias nos comportamos como si sufriésemos un trastorno obsesivo compulsivo y tuviésemos la necesidad de controlar todo y a todos, convirtiéndonos en una mezcla entre arpía y bridezilla.Para evitarlo aquí tienes 7 consejos que te pueden ayudar:
1.- Ten en cuenta a tu futuro marido. Si le has elegido es porque le consideras inteligente, trabajador, capaz y con buen gusto (te ha elegido a ti, ¿no?)... pues deja que de rienda suelta a todas esas virtudes tomando decisiones en vuestra boda.
2.- Cuando os sentéis a planificar la boda, asignaos cada uno una serie de tareas y de decisiones. Aunque lo más adecuado es que todas las elecciones las hagáis en común, la falta de tiempo y el exceso de trabajo, hacen imprescindible la delegación en el otro para poder organizar la boda de la forma más exitosa posible.
3.- Intentad repartir las tareas de forma inteligente, asignando a cada uno las tareas para las que tengáis más aptitudes. ¿A ti se te da bien eso de la decoración? Pues encárgate tú de esa parte. ¿A tu chico le encanta la música y la fotografía? Pues que se ocupe él de contratar al DJ y al fotógrafo. Así de sencillo.
4.- Y otra sugerencia más: déjale libertad para que elija lo que le concierne directamente a él. Permítele que escoja su boutonniere, su traje, sus zapatos, los regalos para los chicos... eso sí, puedes llegar a una entente cordiale con él para que no se deje llevar: Doc Martens en lugar de zapatos Oxford (porque son muy cómodas, cari), la espada láser de Obi Wan al cinto como paradigma de elegancia masculina, la corbata del Real Madrid como complemento para un evento blanco y radiante... ya sabes a lo que me refiero ;)
5.- Incluso si revela su lado más friki, siempre puedes darle la vuelta a sus decisiones y convertirlas en una seña de identidad original y divertida dentro de la boda. En lugar de pensar que tiene muy mal gusto y que eso desbaratará tus planes de tener una boda como la de Mary y Matthew en Downton Abbey, intenta integrar sus elecciones dentro de la boda; al fin y al cabo, es la boda de los dos, no sólo la tuya.
Un equipo de dos...
6.- Piensa que la organización de la boda es realmente el inicio de vuestro matrimonio y los roles que desempeñéis en ella, probablemente sean un reflejo de lo que vendrá después. ¿Qué te apetece más, una relación de equipo, donde sus integrantes ponen de su parte para un bien común o una relación donde una parte se esfuerza (o mangonea) y la otra se deja llevar?7.- Y, por otra parte, cambiar la visión machista de que eso de las bodas es cosa de chicas, también es responsabilidad nuestra. Permitamos y exijamos que compartan el trabajo de la organización, igual que deberíamos hacer con las tareas domésticas.
Y tú, ¿qué tipo de novia eres?