El Op Art, la mirada alternativa

Por Chemasenra @chemasenra
El Op Art u Óptical Art surge basado en la idea del arte visual, aquel que juega con nuestros ojos y con las ilusiones ópticas. Muchas veces, el concepto de caleidoscopio está presente en las obras de este estilo pictórico, haciendo que el propio espectador se tenga que mover por la sala, alrededor de la obra, buscando un punto focal a partir del cual vea o no algo que le dé sentido a lo está mirando. Este arte evolucionó de lo que se conoce como arte cinético, muy ligado a los movimientos surrealistas de comienzos del siglo XX y del arte abstracto, donde el movimiento tenía mucha relevancia.
Caracterizado por utilizar formas geométricas repetidas, donde el uso del color es esencial para crear un movimiento, dependiendo del lugar desde el cual veamos la obra, de ahí que se llegue a crear efectos de profundidad al estilo renacentista gracias a los puntos de fuga, pero en este caso, a partir de la geometría y las matemáticas.
La primera vez que se utilizó el término Op Art fu en octubre de 1964 en una de las revistas más importantes de los Estados Unidos, como era la revista Time, en una época marcada por los recientes acontecimientos en su sociedad, como el asesinato del presidente J.F. Kennedy así como el auge del movimiento British desde las islas británicas. Tan solo un año después, en 1965 se llevó a cabo una gran exposición en el MoMa titulada “The responsive eye” (El ojo sensible) donde el Op Art era el rey del arte contemporáneo en aquel momento. Esta exposición permitió conocer en profundidad un estilo ante el cual sucumbieron los medios de comunicación de masas, como la televisión que lo utilizaba para sus anuncios o programas.
Muchos de los artistas de este movimiento, ya habían comenzado a trabajar mucho antes, en la década de los 30 como Victor Vasarely, pero no fue hasta treinta años después cuando fue acuñado el término que hoy conocemos para designar a su obra. Otros artistas reconocidos como Joseph Albers, Julio Le Parc o Fran Stella, nos enseñaron a ver el arte con otros ojos, esta vez más sensibles, capaces de vislumbrar en pocas líneas, aspectos desconocidos de nuestra realidad.