El paciente que, definitivamente, no "resistirá" una anestesia: sus particularidades (Parte 1)

Por Lemdelca


Viene del post anterior... Pacientes que por enfermedad cardíaca, pulmonar u otras creen que no "resistirán" la anestesia: método simple para determinar su riesgo y saber si pueden operarse

Nota del blogger: Estimados visitantes. No está de más recordar que este es un blog de anestesiología dirigido al público en general.
Intentamos dejarnos entender con lenguaje claro y sencillo.

En el post anterior presentamos una escala (Eagle) cuya aplicación permite establecer para cualquier paciente, de forma sencilla, el riesgo para una intervención quirúrgica bajo anestesia. Pero dicha escala de riesgo pre operatorio, y otras comúnmente utilizadas (Goldman, Detsky), no es la más completa que quisiéramos. Por tal motivo a continuación, y en posts ulteriores, presentamos las guías del American College Of Cardiology y la New York Heart Association para una determinación más puntual de lo peligrosas que pueden resultar una cirugía con su respectiva anestesia.

Clasificación funcional de la New York Heart Association (NYHA)


La clasificación funcional de la New York Heart Association (NYHA) valora la actividad física del paciente con enfermedad del corazón (cardiópata), definiendo cuatro clases en base a la estimación que hace el médico durante el interrogatorio acerca de la presencia y severidad de disnea o, más fácilmente comprensible, fatiga o jadeo.


De acuerdo al cuadro anterior, el cardiópataclase I padece una enfermedad leve que prácticamente no restringe su actividad física. En la clase II ya se presenta jadeo o fatiga en acciones como caminar a 6 km/h en llano, cortar pasto, patinar, bailar. En la clase III ya se presenta gran dificultad (jadeo, fatiga) para realizar actividades "simples" como ducharse, vestirse, tender la cama, limpiar ventanas. En la clase IV la disnea (o jadeo o fatiga) está presente sin que medie actividad física alguna, en reposo.

La cirugía electiva (o programada) se define como toda aquella intervención quirúrgica que no sea de urgencia y que pueda ser demorada al menos por 24 horas. Pacientes cardiópatas clase IV ingresan a sala de operaciones con una probabilidad de 67% de muerte y no deberían ser sometidos a este tipo de operación pues, en lenguaje chabacano, no van a resistir la anestesia.