El pasado ya pasó,
el futuro aún está por llegar,
el presente no volverá a existir.
No hay confianza en él, conforme se desarrolla y cambia,
y con innumerables palabras ociosas,
me obligo a hacer cosas todo el día.
No me detengo en las viejas ideas
ni descarto el nuevo conocimiento.
Examino el presente con seriedad y minuciosidad,
y luego lo vuelvo a examinar en su totalidad.
Solo cuando lo haya agotado hasta el punto de no tener fin,
podré reconocer mis errores pasados.
Palabras ociosas… frases innecesarias.
Todo el día… todo el día.
Búsqueda… búsqueda a través de Zazen.
Ryokan Taigu, de su colección de poemas para enseñar budismo a los jóvenes monjes.
Traducido y adaptado al español por Kyonin
Para nuestro querido Maestro Ryokan Taigu, el tiempo no era algo abstracto, sino una corriente de momentos únicos que fluyen sin cesar. Desde su humilde vida llena de carencias, pero rica en Dharma, él nos recordaba que cada instante debe ser atesorado, dejando a un lado la pereza que nos impide vivir plenamente. Con la conciencia de que la vida es breve y envejecemos sin darnos cuenta, Ryokan sentía que no tomar el presente con seriedad era el camino directo al arrepentimiento.
En este poema, Ryokan-sama nos muestra su propia mente en acción, una mente que, como la nuestra, se distrae con «innumerables palabras ociosas» y la obligación autoimpuesta de «hacer cosas todo el día». Reconoce la trampa de la ocupación sin sentido, esa carrera que emprendemos para huir del silencio del ahora. Pero no se queda en la queja, sino que nos señala el antídoto.
La práctica que propone es directa y sin adornos: «Examino el presente con seriedad y minuciosidad». Se trata de un acto de valentía, el de no aferrarse a las «viejas ideas» ni descartar ciegamente «el nuevo conocimiento», sino simplemente observar la realidad tal cual es. Y eso únicamente puede pasar en el aquí y en el ahora. Es en esta atención plena donde podemos ver nuestros patrones y «reconocer los errores pasados», no para juzgarnos, sino para liberarnos.
El poema concluye con la esencia de su camino: «Búsqueda… búsqueda a través de Zazen». Ryokan nos dice un mensaje que trasciende las eras y que, hoy en día, debemos recordar. La verdadera respuesta no se encuentra en más pensamientos ni en más actividades, ni en más tiempo mirando pantallas, sino en la quietud de Shikantaza. Es ahí donde el imparable paso del tiempo se congela y se convierte en una oportunidad para la claridad y la paz.
La entrada El pasado ya pasó. Poema por Ryokan Taigu se publicó primero en Chocobuda | Budismo Soto Zen y minimalismo para la vida urbana.